La Guardia Civil de Alcolea y Candasnos intervino el pasado 5 de agosto 119 kilos de caracoles que eran transportados en el maletero de una furgoneta. Sobre las 17.10 horas de ese día, varios agentes del Seprona que ejercían labores de vigilancia dentro del programa de prevención de robos en zonas rurales observaron, al darle el alto a un vehículo, que transportaba en el maletero siete mallas de red que contenían caracoles de la especie Helix Aspersa (caracol común), báscula de pesaje y una calculadora. El peso total era de 119 kilos. En Alcolea de Cinca existe una larga tradición de comercialización legal del caracol, un producto muy abundante en sus campos.

Al ser preguntado por la procedencia y control sanitario de la mercancía, el ocupante del vehículo indicó que no poseía ninguna documentación alguna sobre el origen de este animal y que los había adquirido para venderlos en Lérida, considerada como la capital mundial del caracol por el elevado consumo que se hace en esta zona.

A la vista de estos hechos, los agentes del Seprona realizaron una denuncia administrativa ante el Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medioambiente.