La Guardia Civil continúa buscando al autor del tiroteo en una masía de Albalate del Arzobispo que produjo heridas de extrema gravedad a dos personas, el propietario de la casa de campo y un cerrajero que fueron recibidos con disparos cuando intentaban entrar en la misma en la tarde del pasado martes y sorprendieron al ladrón en su interior.

Los dos heridos se hallaban ayer, al cierre de esta edición, estables dentro de la gravedad, según explicaron fuentes del Gobierno de Aragón. El propietario de la masía, Manuel A., de 73 años, recibió un disparo que le entró por la espalda, rozó el pulmón y la pleura, pasando a milímetros del corazón, y quedó alojado en la cartera que llevaba en un bolsillo.

Tras ser operado de urgencia el martes en el hospital Clínico de Zaragoza, ayer estaba pendiente de extubación en la uci del centro sanitario tras haber sido sometido a una revisión quirúrgica.

El otro herido, Manuel M., el cerrajero que acompañaba al dueño de la masía después de que este no lograra entrar a su vivienda por estar cerrada desde dentro, se halla en el hospital de Alcañiz y su estado es grave, si bien se mantiene estable.

AMBULANCIA

Tras ser tiroteados, los dos regresaron por sus propios medios al pueblo, situado a dos kilómetros, y fueron trasladados al hospital de Alcañiz, donde fue intervenido quirúrgicamente el paciente más grave, que después fue derivado al hospital Clínico de Zaragoza.

Al parecer, según comentaron vecinos de la localidad de Albalate del Arzobispo, la ambulancia tardó en torno a media hora en llegar a por los heridos.

Este suceso ha producido una gran preocupación a los residentes en la población. Su alcalde, Antonio del Río, manifestó que hace algún tiempo que se registran robos en los masicos que poseen numerosas familias en las zonas de huerta del río Martín.

«Entran no se sabe muy bien para qué, porque nadie deja allí objetos de valor, pero causan daños que luego cuesta mucho dinero reparar», explicó el regidor.

En el caso de la masía del herido del martes, se halla al sur de Albalate, junto a un camino muy frecuentado por los vecinos. Cuando se produjeron los hechos, en su interior había varias personas que huyeron con el autor de los disparos.