Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Huesca, junto con el Equipo ROCA de Barbastro, llevaron a cabo una inspección en marzo en una empresa de la Comarca del Cinca Medio que se dedicaba a la gestión de residuos metálicos, y que de manera clandestina operaba a puerta cerrada, sin los permisos necesarios.

Según ha informado la Benemérita en una nota de prensa, en el interior se localizó gran cantidad de material almacenado dispuesto para su traslado a otras instalaciones de procesamiento, por lo que se requirió a los responsables de la nave las autorizaciones pertinentes para el desarrollo de la actividad.

Estos no pudieron acreditar ningún documento justificativo para su funcionamiento, ya que carecían de la capacidad de gestión de residuos y no cumplían los requisitos sobre registros documentales de la actividad que estaban desarrollando.

Durante la inspección, además del material metálico almacenado, se localizaron gran cantidad de residuos de otros materiales, además de un importante número de baterías de automoción, bidones de aceites, envases de pinturas industriales y disolventes, motores y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAAES), que constituyen desechos peligrosos para el medio ambiente.

Tras la revisión de la instalación, se levantó la correspondiente acta, dando aviso a la Inspección de Calidad Ambiental del Gobierno de Aragón, que personados en el lugar, decretaron la suspensión temporal de la actividad y el cierre del establecimiento, conforme a lo determinado en el artículo 30 de la Ley 22/2021 de Residuos y Suelos Contaminados.

Por parte del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, se cumplimentaron las correspondientes actas de denuncia dando cuenta de todas las irregularidades observadas, las cuales han sido remitidas al Servicio Provincial de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de la localidad.