Las movilizaciones de los vecinos de Épila tras el asesinato de uno de sus vecinos el viernes de la semana pasada empiezan a dar frutos. Ayer, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, aseguró al alcalde de la localidad, Jesús Bazán, que prestará su máxima colaboración y que la Guardia Civil reforzará sus servicios en la zona.

El encuentro tuvo lugar justo cuando la Plataforma Epilense Basta de Robos denunció la sustracción de cuatro pomos de las puertas de entrada en otras tantas viviendas de la zona conocida como Los Cabezos, donde reside el supuesto autor del crimen.

Alcalde y Bazán se reunieron en la Delegación del Gobierno con motivo de este suceso y el delegado del Gobierno puso a disposición del alcalde el refuerzo que ya ha realizado la Guardia Civil en esa zona.

Respecto a los hechos, fuentes de la Delegación del Gobierno señalaron que la actuación judicial esclarecerá los hechos. Además, ambas instituciones acordaron mantener toda la colaboración interinstitucional que se requiera para afrontar este tipo de situaciones.

«La Delegación del Gobierno no tiene más remedio que aumentar la vigilancia, a la vista de lo que está pasando», manifestó ayer José María Simón, de la plataforma epilense, que el lunes que viene se reunirá en Zaragoza con el subdelegado del Gobierno en Aragón, Ángel Val, para pedir que se incrementen las medidas de seguridad y la vigilancia en la localidad. El encuentro tendrá lugar a las seis de la tarde.

Simón señaló que la vigilancia aumentó de forma notable nada más producirse la muerte del vecino, que recibió un tiro en un costado por un asunto relacionado con la venta de un terreno con una cueva habitable. El presunto autor del disparo, de 57 años, le reprochaba, al parecer, que no pudiera edificar en el solar.

Sin embargo, «en los últimos días ha descendido el control de las calles por parte de las fuerzas de seguridad», manifestó Simón.

La noche del jueves al viernes, informó el representante de la plataforma, se registraron en la zona de Los Cabezos cuatro robos. En todos los casos, los ladrones se llevaron los pomos de las puertas de entrada. «En dos de las viviendas, había gente durmiendo y se han asustado mucho al oír ruido», añadió Simón.

«Me di un susto tremendo», relató una vecina afectada que llegó a pensar que los ladrones estaban forzando la cerradura para entrar en su casa.