La Guardia Civil de montaña no tuvo un momento de respiro el pasado fin de semana en la provincia de Huesca. Entre el viernes y la jornada de ayer efectuó una docena de salidas en las que rescató a ocho montañeros y cinco barranquistas en distintos puntos del Pirineo y de la sierra de Guara.

En tres de las intervenciones, los deportistas habían sufrido lesiones de consideración. Así sucedió, por ejemplo, el sábado, cuando se auxilió a una zaragozana de 60 años que había sufrido un accidente cuando se hallaba ascendiendo el pico de Marboré, cerca de Torla. Presentaba lesiones en la cabeza, las piernas y un brazo.

Además, ayer mismo, un montañero se produjo un fuerte golpe en la cabeza al sufrir una caída de bastantes metros en el pico Infiernos. Y en Monte Perdido, un hombre de 60 años recibió el impacto de una piedra cuando se hallaba escalando.

La primera salida se realizó a las 16.30 del pasado viernes. En esta ocasión se prestó asistencia a un barranquista que se había lesionado un tobillo en un barranco del Vero. A las 19.00 horas, los especialistas en montaña se dirigieron al barranco de Forco, en Broto, donde se atendió a un oscense de 32 años que sufría una luxación.

El sábado, a las 11.40 horas, una francesa sufrió una lesión muscular cuando recorría el barranco de la Peonera, en Guara. Sobre las 14.30 fue rescatado un montañero valenciano de 58 años que se había torcido una pierna cerca del ibón de Salterillo, en el ascenso al Aneto.

Pasadas las seis de la tarde, un vecino de Terrasa de 42 años tuvo que ser auxiliado tras sufrir una lesión en un hombro cuando bajaba por el barranco de Barbaruéns, en Seira.

A media tarde, igualmente, la Guardia Civil se desplazó a la peña de Ezcaurre, en el valle de Ansó, para rescatar a dos montañeros que se habían equivocado de rápel y habían quedado atrapados en medio de una pared. Eran dos varones de 39 y 37 años, residentes en

Baracaldo y Tudela.

Ayer se efectuaron otros cinco rescates, entre ellos dos de los de más gravedad. El primero tuvo lugar en el refugio de Góriz, a un montañero con un fuerte dolor en la rodilla. Siguió otro a un senderista que se había lesionado un tobillo al sufrir un tropiezo en Llanos del Hospital.

Asimismo, se prestó ayuda a un barranquista que se torció el tobillo cuando bajaba por Barrasil, cerca de Rodellar, en la sierra de Guara.