La Guardia Civil de Montaña rescató a lo largo de la jornada de ayer a un total de seis personas que realizaban actividades al aire libre en el Pirineo de Huesca. La intervención más complicada fue el salvamento de dos escaladores que se habían quedado enriscados en una cueva de la vía ferrata de la Zapatilla, en Candanchú. Los montañeros comprobaron que la cuerda que llevaban era corta para realizar rápel y llamaron a los servicios de auxilio.

El rescate se llevó a cabo en medio de una intensa lluvia que acentuó la complejidad técnica de la acción. Tanto los escaladores, que se hallaban ilesos, como los miembros de la Benemérita resultaron con síntomas leves de hipotermia.

Asimismo, fue auxiliado un peregrino del Camino de Santiago que se extravió en la zona de Arrés, cerca de Puente la Reina, así como un hombre de 68 años que se vio afectado por la fatiga cuando recorría las pasarelas del río Vero, junto a Alquézar.

La Guardia Civil de Benasque, por otro lado, rescató, con ayuda de helicóptero, a un montañero catalán de 38 años que había sufrido una caída y se había lesionado el tobillo cuando caminaba por la nieve en un paraje del valle pirenaico. Fue trasladado en helicóptero a Benasque y de ahí al hospital San Jorge de Huesca, donde se le apreció una fractura de la tibia a la altura del tobillo.

Asimismo, fue necesario el uso de un medio aéreo para acercarse a un montañero que había sufrido una lesión en un tobillo en las inmediaciones del refugio de la Plana, en el pico del Turbón. Se hallaba con otras cuatro personas que dieron aviso a los servicios de emergencia en montaña. El accidentado era un hombre de 48 años que reside en la localidad de Moyá, en la provincia de Barcelona, según informaron fuentes de la Guardia Civil en Huesca.