Una tensa y dura reunión de la ejecutiva provincial del PP de Zaragoza hizo subir ayer la temperatura de la crisis interna que atraviesan los populares en Aragón. El sector de José Atarés, presidente de los conservadores zaragozanos, demostró su fuerza frente a la dirección regional que lidera Gustavo Alcalde, al ganar la votación que decidió recurrir de nuevo ante Madrid el reparto de compromisarios al congreso territorial del 20 de noviembre.

La guerra abierta en el PP se recrudeció ya hace cerca de dos semanas, cuando el sector oficial dejó descolgado al de Atarés de los preparativos del congreso e impuso un reparto de compromisarios que resta poder al aparato de Zaragoza en beneficio de la dirección regional. Doce militante del PP --afines a Atarés-- recurrieron la distribución de delegados ante la organización nacional, que el pasado miércoles desestimó la reclamación. Pero su argumento fue una cuestión de forma: el recurso debía haberlo planteado la ejecutiva provincial.

Con este precedente, Atarés convocó ayer a su ejecutiva, que registró una afluencia nunca vista en los últimos "cinco o seis" años, según algunos de los asistentes, que indicaron que algunos populares tuvieron que permanecer de pie por falta de sillas. Incluso estuvo presente la expresidenta del Congreso y ahora eurodiputada, Luisa Fernanda Rudi, cuya presencia causó una verdadera sorpresa por lo poco habitual.

La reunión --cuya excusa era repartir los compromisarios de la provincia por municipios-- se transformó en un pulso en toda regla entre sectores cuando el aparato provincial propuso recurrir de nuevo ante Madrid por el tema de los delegados al congreso. En ese instante se produjeron los momentos más tensos, con intervenciones que levantaron ampollas. "Hubo tensión, pero se mantuvieron las formas", dijo otro de los presentes.

Rudi tomó la palabra en un discurso acogido con severos murmullos. También hablaron los oficialistas Antonio Suárez y Octavio López y los críticos Atarés o Jorge Azcón. Al final, se votó: el sector de Atarés venció con un porcentaje del 60% sobre la dirección regional, que considera que la diferencia se ha recortado.

El aparato provincial denunció, incluso, los intentos de la organización regional de presionar a la militancia, algo que el sector oficial desmintió. Las votaciones fueron a mano alzada y destacó el hecho de que dos altos cargos del partido, los diputados autonómicos Antonio Suárez y Octavio López se ausentaron a la hora de decidir y no quisieron tomar partido.

Madrid debería entrar ahora en el fondo de esta polémica, aunque podría decretar --simplemente-- que el recurso está fuera de plazo.