Alfonso Guerra protagonizó anoche en Zaragoza una cena-debate sobre los 25 años de Constitución. Pero no habló sólo de la Carta Magna. Sino que criticó al PP y a "ciertos nacionalismos", advirtió a su compañero y líder, José Luis Rodríguez Zapatero, de que se ha precipitado al señalar que no gobernará si no obtiene más votos que el PP tras las generales, y también deseó "suerte" al ministro Francisco Alvarez Cascos, quien precisamente anunció ayer su marcha de la política activa.

La presencia en Zaragoza del otrora hombre fuerte del socialismo español provocó una fuerte expectación. Numerosos militantes de la vieja guardia del PSOE aragonés, así como el alcalde Juan Alberto Belloch, llenaron los salones del hotel Reino de Aragón invitados por Pascual Marco, responsable del Instituto aragonés de comunicación, organizador del acto.

A preguntas de los periodistas, Guerra no eludió ningún tema. Tampoco el de la política hidráulica. El también candidato socialista por Sevilla al Congreso, pidió "un gran debate hidráulico" a nivel nacional para encontrar soluciones al problema del agua que contente a todos los territorios y que conjugue todas las necesidades. "Las cosas deberían poder equilibrarse con un acuerdo de todos y no se debería apostar por un Plan Hidrológico que es sólo el plan del trasvase".

Guerra criticó el actual PHN elaborado por el PP, pero no la realización de trasvases. Sólo reclamó un "gran debate nacional".

Momentos antes de intervenir en la cena-debate, consideró precipitado que Zapatero haya anunciado que no piensa gobernar si no obtiene más votos que el PP. A su juicio, este tipo de anuncios "son negativos" porque se debe esperar a que los ciudadanos se pronuncien. Y lanzó un consejo a Zapatero a la hora de preparar la campaña electoral: hay que "escuchar y considerar" lo que dicen los técnicos y los politólogos pero, al final, ejercer de líder político y tener en cuenta "el propio criterio".

Para Guerra, el PSOE tiene "muchas posibilidades" de ascender en voto respecto al 2000 en toda España, y especialmente en Aragón, donde se vive "un cierto entusiasmo". Sin embargo, en el conjunto del Estado "las cosas no están decididas y se da un cierto empate electoral con una pequeña ventaja para el PP por sus campañas propagandísticas". "Todo depende de los dos próximos meses y de la experiencia que debe demostrar Zapatero ante un Rajoy blandengue, fofo y que no pega".