El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha constatado hoy su intención de afianzar y ampliar las funciones que actualmente tiene la unidad de la Policía Nacional adscrita a la comunidad, integrada por 135 agentes (95 en Zaragoza, 21 en Huesca y 19 en Teruel).

Guillén ha presidido hoy en el Edificio Pignatelli la toma de posesión de Antonio Rúa como nuevo comisario jefe de la unidad en sustitución de Antonio Placer, a quien se ha entregado un diploma orlado con los colores de Aragón en reconocimiento a la "excelencia, rigor y dedicación" en este cometido desde 2016 hasta su reciente jubilación.

Para el consejero, según explican fuentes del Gobierno en una nota de prensa, los retos que se plantean en esta nueva etapa tras once años de funcionamiento de la unidad son mejorar y ampliar las funciones de la Policía Adscrita.

"La estrecha vinculación y la prudente adecuación al ámbito competencial y las disponibilidades presupuestarias de nuestra comunidad han sido una seña de identidad de esta unidad desde su creación", ha insistido Guillén.

Desde sus orígenes, la unidad se encarga de la seguridad estática de las sedes de las principales instituciones de la comunidad y la seguridad dinámica del presidente y otros miembros del Gobierno de Aragón, la presidenta de las Cortes, el Justicia y otras autoridades.

Posteriormente, asumió progresivamente el control de juego y espectáculos públicos, la protección de menores o la coordinación de los servicios de seguridad privada contratados por el Gobierno de Aragón, entre otras funciones establecidas en el Estatuto de Autonomía todavía por desarrollar.

Guillén ha dicho que confía en que a partir del próximo año pueda comenzar con las ofertas de empleo público la reconversión en activas del medio centenar de plazas de segunda actividad que se suprimieron al desaparecer esta figura administrativa especial con la Ley de Personal del Cuerpo Nacional de Policía de 2015.

Por su parte, el nuevo comisario ha asegurado que asume la jefatura de esta Unidad "con mucha satisfacción, orgullo e ilusión", pero muy consciente del gran reto y la gran responsabilidad que entraña.

Los primeros objetivos son conseguir que cada día la unidad "sea más operativa", completar el desarrollo de las competencias y cometidos que ya se realizan e implementar aquellas que figuran en el Estatuto de Autonomía y que todavía no se han desarrollado.

Y para ello será necesario, ha reconocido, aumentar la dotación de personal "cuando las circunstancias lo permitan".

Rúa también se ha propuesto "dar una mayor visibilidad" a la unidad con una imagen de cercanía a los ciudadanos, manteniendo la colaboración con la Guardia Civil, las policías locales de Aragón y la Jefatura Superior de Policía y una buena relación con las organizaciones sindicales.

Antonio Rúa Carballo (Freixo -Orense-, 1957) cuenta con un amplio currículum profesional en la Policía Nacional, donde ha pasado por múltiples destinos, entre ellos la Jefatura Superior de Navarra, la Brigada de Policía Judicial en Estupefacientes, la Jefatura Superior de Policía de Aragón, comisarías de distrito o la brigada de información.

En los últimos 10 años ha sido el responsable operativo de la lucha antiterrorista tanto contra ETA y GRAPO como contra las organizaciones de origen yihadista.

Además, en 2008 fue nombrado responsable del programa de acreditaciones de la Exposición Internacional de Zaragoza y asumió tareas de seguridad de la Expo y de las delegaciones de todos los países participantes.