NACIMIENTO ZARAGOZA, 1956.

CARGO JEFE DE GUARDIA DE BOMBEROS.

TRAYECTORIA FORMA PARTE DEL CUERPO DE BOMBEROS DESDE HACE 19 AÑOS Y, ADEMAS, ES ARQUITECTO TECNICO. SIEMPRE HA TRABAJADO DENTRO DEL DEPARTAMENTO DE LUCHA CONTRA SINIESTROS.

Sufrió las consecuencias de la terrible tromba de agua registrada el pasado lunes en Zaragoza. Diez minutos que colapsaron la centralita de la oficina del parque central del Cuerpo de Bomberos, en el que ejercía de jefe de guardia. El dirigió el dispositivo de emergencia.

--250 intervenciones entre el lunes por la tarde y el mediodía del martes. Suena a récord...

--Las horas posteriores al vendaval fueron muy intensas. En un día normal solemos atender entre 25 y 30 servicios, de modo que la diferencia es enorme. Pero el número de 250 es aproximado, probablemente a la baja, porque en una jornada así no se pueden seguir los pasos de protocolo habituales para dar cuenta de todas las actuaciones. Ni siquiera regresábamos al parque entre servicio y servicio, sino que en cuanto terminábamos en un sitio nos dirigíamos a otro. Hubo árboles caídos, antenas y cornisas rotas, gente que achicaba agua de sus viviendas...

--Ante una avalancha así, ¿cómo pudo organizar el trabajo?

--Además de los cuatro telefonistas, el suboficial y yo también nos dedicamos a atender llamadas. Durante los primeros minutos, tan sólo podíamos coger el teléfono y, cuando ya nos hicimos un esquema de cómo era la situación, priorizamos las salidas en función de la gravedad y de las zonas. Lo más importante era ver si había heridos e incendios y restablecer la normalidad en el tráfico, ya que algunas calles estaban cortadas por los árboles caídos. La información se distribuyó entre los camiones, que tras atender los avisos más urgentes cubrieron los sucesos de las proximidades.

--¿Cuenta Zaragoza con suficientes efectivos para responder ante una situación tan repentina?

--Tenemos 65 bomberos de guardia. Y todos se movilizaron el lunes. Cuando llegó el turno de noche, el relevo se realizó de forma progresiva, pero a todos nos tocó alargar la jornada. Lo que sí es cierto es que cuando sucede algo así, tienes la sensación de que los efectivos son pocos. Aún seguimos atendiendo servicios relacionados con la tormenta, al igual que el servicio de Parques y Jardines.

--¿Pero estamos preparados para responder con eficacia?

--Con la expansión que está viviendo Zaragoza, necesitaremos más personal en breve. Quizás, unas 50 personas más para poner en marcha un nuevo grupo de trabajo. Para quince o veinte servicios diarios damos una respuesta razonablemente buena, y el pasado lunes creo que también lo logramos, aunque sí necesitábamos más manos. Con un vendaval así, siempre hay algo que te supera.

--¿Les avisaron de la posibilidad de que llegara la tromba de agua?

--No teníamos ningún aviso del Instituto de Meteorología, porque era muy difícil de predecir. Además, no afectó a toda la ciudad. Casi todas las llamadas procedieron del centro y del Picarral.