Se extiende más rápido que una plaga de insectos. Localiza a sus víctimas reptando a través de los agujeros de seguridad de los sistemas operativos Windows 2000 y Windows XP. Ese es el método que sigue antes de atacar sin piedad a los ordenadores indefensos. Sasser es uno de los gusanos más molestos de la historia de la Informática. Un virus que muta con facilidad y que, aunque no destruye los cerebros de sus presas --no borra los contenidos--, ya ha paralizado por completo a más de un millón de ordenadores.

"Llevamos desde el lunes sin trabajar con normalidad. No podemos entrar en internet ni en la intranet de los juzgados. No puedo saber qué juicios rápidos por faltas hay al día siguiente ni buscar antecedentes penales. Y aunque tenemos la orden de escribir con el ordenador, algunas declaraciones se están redactando a mano o con una máquina eléctrica que tenemos guardada desde hace años. Jamás nos había atacado un virus tan potente. Y al Juzgado de Guardia lo está fundiendo". Así explica el secretario de un juzgado de instrucción de Zaragoza el grave impacto que Sasser ha provocado en las dependencias judiciales de la capital aragonesa.

El papeleo se acumula en las mesas. Algunos funcionarios aseguran que estos días han vivido una situación "crispante". "Es horroroso. Despierta en ti un genio... Casi siempre que intentas abrir un programa aparece su rastro", comenta Esther. Un rastro que cobra forma de ventana gris, en la que un oso panda --el antivirus que no ha podido comerse todavía al gusanito-- advierte al usuario. Virus: W32/Sasser.B.worm. En ese instante, el ordenador se bloquea como si el bicho lo hubiera impregnado con veneno.

Sin embargo, los funcionarios han inventado un sistema de emergencia para afrontar la crisis: dar respuesta a las cuestiones más urgentes con los pocos medios de que disponen. "La única máquina eléctrica de escribir que hay tiene algunas teclas rotas. El martes se fastidió la e y hoy la a. Y no tenemos cintas de repuesto para el aparato, porque ya no nos las proporcionan. El trabajo se nos está acumulando", afirma Ursula, quien critica la "falta de información" que han tenido sobre Sasser . "Me enteré de su nombre por la prensa", agrega.

Josefina va más allá en su análisis. Con cierta resignación, recuerda que tan sólo puede dedicarse a ordenar documentos. "El sistema de reparaciones es bastante extraño, porque tenemos que llamar primero al Centro de Atención de Usuarios de Madrid. Ellos se encargan de avisar a los técnicos de Zaragoza y después se supone que deben venir a solucionar el problema", apunta.

Detenidos

El gusano ha afectado gravemente al desarrollo de los juicios de faltas rápidos, lo que ha provocado problemas colaterales, como el hacinamiento de detenidos en los calabozos del Cuerpo Nacional de Policía, cuya puesta a disposición judicial se ha ralentizado.

Según fuentes del Cuerpo, ayer había 34 detenidos en Zaragoza, que fueron redistribuidos en las comisarías de distrito por falta de espacio en la Jefatura Superior. Personas que sólo hubieran sido retenidas unas horas en una situación normal, llevan dos días en las dependencias policiales.