La borrasca Filomena no ha causado daños importantes en la comunidad, sobre todo si se compara con el desastre que supuso el paso de Gloria, hace un año, por Aragón. Pero en la capital varias estructuras (no acostumbradas al peso de la nieve) sí que sufrieron por el temporal. Es el caso de Mercazaragoza, en donde el domingo se desprendió un alero del muelle de carga que inutilizó este espacio hasta el día de ayer.

«El domingo, los detallistas y los mayoristas tuvieron que comunicarse para aclarar en donde tenían que recoger la mercancía, dado que el muelle estaba inutilizado, pero el servicio no se interrumpió», explican fuentes del centro logístico.

El alero en cuestión era un tramo de 170 metros de metal que no soportó el peso de la nieve que cortó el acceso de los camiones de carga al mercado de frutas y verduras. Durante el domingo y ayer, los trabajadores de Mercazaragoza y el ayuntamiento ya estuvieron trabajando para solucionar el incidente y a las 17.00 horas del día de ayer el servicio se retomó sin problemas. Eso sí, el alero no ha podido ser retirado todavía, dadas sus dimensiones.

Otro de los edificios que resultaron dañados tras el temporal son los pabellones de la Feria de Zaragoza. La enorme bóveda central que corona uno de sus edificios se hundió parcialmente por el peso de la nieve, lo que causó la estupefacción de muchos zaragozanos que lo vieron desde la carretera de circunvalación Z-40.

Desde la institución ferial explican ahora que siguen evaluando los daños desde el pasado domingo, dada la complejidad de la operación. La Feria de Muestras sigue sin actividad desde el pasado mes de marzo y no se prevé que, por el momento, vuelva a coger eventos debido a la pandemia de covid.

Uno de sus pabellones sí que acoge el hospital de campaña desplegado allí para atender enfermos covid en caso de que se colapsaran los centros hospitalarios de la capital. A pesar de ello, la deformación de la bóveda no afectó a estas instalaciones, puesto que están en otra zona de la feria.

Otra de las infraestructuras que se vieron afectadas por la nevada fueron las tiendas de campaña instaladas en los exteriores del Hospital Clínico de Zaragoza y que sirven como centro de triaje para derivar los enfermos que tienen que recibir atención inmediata. En este caso, el peso de la nieve hizo que se plegaran dos carpas, lo que no causó daños personales ni materiales.

Los propios trabajadores del hospital, con ayuda del Ejército, retiraron las medicinas y los objetos allí acumulados, mientras que ayer los militares acudieron al párking del Clínico, en donde está desplegada esta instalación temporal, para poner en pie las tiendas que se vinieron abajo.