-Se ha hablado mucho de la herencia recibida. ¿Qué foto fija de las arcas se ha encontrado?

-Venimos a contar la verdad, no me gusta el término de herencia recibida. Nos han dejado una situación de quiebra económica que hemos venido a cambiar.

-¿Cómo se recupera la confianza con una ciudad quebrada?

-Somos la ciudad más endeudada de España, es indiscutible y objetivo, nos hemos encontrado una ingente cantidad de millones en sentencias condenatorias e intereses de demora por la mala gestión. No podemos permitir que se hayan pagado 34 millones por esa mala gestión. Ojalá ese dinero hubiera ido a servicios como la limpieza o el bus, que tienen partidas infradotadas y sin presupuesto aprobado.

-¿Y por qué no aprueba el suyo?

-Porque con los plazos legales nos iríamos a noviembre y sería irreal e inejecutable. Para que sea real tenemos que conocer la auditoría que hemos encargado.

-¿Hay algo de esa auditoría que ya le llame la atención?

-No la conocemos aún, pero contemplará los 53 millones de euros de gasto indisciplinado (facturas de servicios que se prestan sin contrato en vigor) del 2018 y ese problema endémico que siempre he dicho que es la contratación.

-¿Cuánto dinero estima que habrá que asumir de sentencias?

-No me atrevo a dar un dato exacto pero igual nos vamos a los 50 millones. Pero el problema real son las reclamaciones que ya hay en vía administrativa por la revisión de precios. Eso nos deja a la ciudad quebrada y con una limitación de 27 millones para pedir al Fondo de Impulso Económico, que no da para tapar el agujero.

-¿Y cómo se puede asumir eso?

-Estamos estudiando todas las fórmulas legales, pero no se verán recortados los servicios esenciales. En Contratación podemos recaudar mucho, tenemos que hacer las políticas de ingresos que llevamos años reclamando, la ley de capitalidad todavía no se está cumpliendo... La DGA es conocedora de que en los últimos años ha asfixiado a Zaragoza. Y también hay que abordar el tema del ICA, las deudas tributarias y la del tranvía. En cuanto se conforme el nuevo Gobierno de Aragón estamos impacientes por convocar la bilateral y exigir la financiación que merecemos.

-Si hay que pagar 50 millones a corto plazo y al Estado solo puede pedirle 27, sacará dinero de...

-Estamos intentando rascar dinero de otras cosas que no se han gastado y amortizar más deuda para pedir más dinero al Estado.

-¿Le asusta lo que pueda exigir Vox en esa negociación presupuestaria o sentar a la mesa a dos partidos que ni se miran?

-Estamos en un Gobierno sólido y cuando prima el sentido común y el interés de los zaragozanos, y te lo crees como Gobierno, es fácil llegar a acuerdos. Los ediles de Cs y Vox tienen ese sentido común y esas ganas de trabajar por la ciudad. Habrá veces en las que ceder y dejar la ideología en el bolsillo, y no centrarse en las cuotas internas de cada partido.

-La espinita de Vox por no entrar en el Gobierno sigue ahí...

-De momento no nos han exigido nada y la relación es buena.

-¿Está hablando con ellos ya de ordenanzas fiscales?

-No, porque antes tendremos que tener un proyecto como Gobierno con Cs. A partir de ahí lo abriremos al resto de partidos.

-¿Se puede dar por hecho el final de la plusvalía en los casos de herencia? Siempre dijo que era injusto y que se podía suprimir. Ahora puede, aunque se pierdan 26 millones en ingresos.

-No podemos dar por hecho nada. Los dos lo llevamos en el programa pero la eliminación será progresiva, por la situación económica y los agujeros que nos hemos encontrado. A mí me gusta ser sensata y actuar con sentido común, así que no vamos a poder eliminar la plusvalía mortis causa de un plumazo porque nunca nos hemos comprometido a hacerlo el primer año de mandato.

-¿Se puede garantizar al ciudadano que no va a subir el IBI?

-El problema con el IBI es que no depende solo del tipo impositivo sino de los valores catastrales, que suben todos los años. No depende solo de la ordenanza.

-Para eso está la política, para aplacar esa subida. ¿Lo hará?

-Lo que queremos es que no suba el recibo del IBI, pero hay veces que no depende de nosotros.

-Y a las empresas, ¿les va a abaratar los impuestos?

-Haremos unas ordenanzas estudiadas, pensadas, y aplicaremos una progresividad y lo que hemos prometido, un paquete de medidas para el emprendimiento para ponerle alfombra roja a los que se instalen aquí y tengan las mejores condiciones. Y haremos un guiño importante a las familias, con un plan de medidas dedicadas exclusivamente a ellos para bajarles la presión fiscal.

-Esta semana se ha hablado de la subida del billete del autobús. ¿Es viable congelarlo cuatro años más e introducir mejoras?

-Entiendo que la izquierda en el primer pleno presente esa moción populista. Se ha jugado mucho estos años con la subida del autobús y es un asunto lo suficientemente delicado como para yo dar titulares que no conozco. Lo que sí puedo decir es que se intentará hacer el bono joven que prometimos. No sé qué pasará con el billete, no quiero hacer demagogia y adelantarme a algo que luego no pueda defender.

-¿Su objetivo es aumentar los ingresos o se puede renunciar a parte de la recaudación?

-El objetivo será reclamar el dinero que se nos debe y cobrar de la gente que no paga. Hay otra vía distinta a la de subir impuestos y en ella vamos a trabajar.

-Otro tema en cartera son los planes de choque... Urgentes y costosos. ¿Cómo los encajará?

-Para gestionar hay que priorizar siempre. Los recursos no son ilimitados y hay más prioridades que atender. Cuando sepamos qué es lo que queda veremos cómo se pueden hacer. Pero no hay una máquina de hacer dinero. Haremos más con menos porque seremos mejores gestores.

-¿Hay dinero suficiente para pagar a las contratas todo el año?

-Cuando hicieron la modificación de crédito en abril ya se dijo que se dejaban infradotadas algunas partidas. Reconozco que tendré que hacer una modificación para llegar a final de año.

-¿Y cómo piensa convencer a Lambán de que la DGA pague todo eso a Zaragoza?

-Creo que él es un gran municipalista y entenderá que, como presidente de Aragón que maneja un presupuesto de más de 5.000 millones, debería tener en cuenta las deudas con Zaragoza. Espero y deseo que esté abierto a dialogar para llegar a acuerdos. Tenemos mano tendida y muchas ganas de hablar.

-¿La deuda del tranvía sigue siendo innegociable?

-Estaremos siempre con los informes técnicos de esta casa, que dicen que se nos deben 32 millones de euros.

-Antes comentaba el problema del ICA. ¿Mantiene la idea de bajar el recibo del saneamiento si no se deroga?

-Defendíamos que era vergonzoso que PSOE y Podemos no se pusieran de acuerdo, que había que firmar ese concierto económico porque Zaragoza ya pagó su sistema de depuración y exigimos una compensación, revertir parte de esa recaudación, y pedíamos la bajada de la tasa porque no entendíamos que Ecociudad se quedase con 2,8 millones de beneficios pudiendo bajar el recibo. Si sigue haciéndolo, se estudiará bajarlo.

-¿Se plantea pedir nuevos préstamos cuando Hacienda levante el veto a Zaragoza?

-A día de hoy este ayuntamiento no puede.

-Le cambio la pregunta. ¿En su presupuesto del 2020 aparecerá la captación de nuevos préstamos bancarios?

-A día de hoy, tendremos que afrontar el 2020 a pulmón.

-¿Y es optimista con afrontar inversiones que necesita la ciudad con esa situación?

-Le aseguro que este Gobierno va a hacer más inversiones que el anterior, porque lo que figure en las cuentas será lo que ejecutará. De nada me sirve poner 62 millones si luego ejecuto 18. Eso sería mentir.

-¿Cómo puede un ayuntamiento en quiebra y que es el más endeudado de España prometer una inversión de 70 millones en reformar La Romareda? ¿A coste cero?

-A coste cero, esa es la clave. Es que hay otras muchas formas de gestión que nunca se han valorado para hacer cosas sin coste económico para las arcas municipales. Y ahí lo dejo. Hay que pensar, confiar en la colaboración público-privada y cambiar la forma de hacer política. Porque los recursos son limitados pero hay una alta capacidad en la sociedad zaragozana que están dispuestos a ayudar a gestionar este ayuntamiento. Se pueden hacer muchas cosas a coste cero.

-¿Con pisos?

-Bueno, ahí lo dejo, ya lo contaremos más adelante. Este ayuntamiento tiene un inventario municipal que es brutal, somos ricos en patrimonio municipal.