Escaleras mecánicas en lugar de un barranco y alfombras por terrenos montañosos. El hall del hotel Boston de Zaragoza se transformó ayer en el escenario de un simulacro de rescate medicalizado entre unidades de la Guardia Civil y médicos especializados, con motivo del XVIII Congreso Aragonés de Atención Primaria y Medicina Rural. El objetivo era acercar a la población este tipo de actuación de salvamento y demostrar la importancia del trabajo coordinado.

"Imaginen que esto es la Sierra de Guara", sugirió a los facultativos presentes José María Borrel, presidente de la Asociación provincial de Huesca de Médicos Titulares y de Atención Primaria. "Piensen que esa persona de ahí abajo ha estado practicando descenso de barrancos", explicaba paralelamente Pedro López, jefe del área de montaña de Jaca de la Guardia Civil, mientras una persona yacía ya en el suelo del hall.

"Está herido, con posibles lesiones cervicales y fractura de tipo intermedio. El objetivo ahora es que las unidades de rescate lleguen hasta la zona del accidentado, le intervengan y lo evacuen mediante una camilla", proseguía López.

Dicho y hecho. Varios guardias civiles y un médico descendieron rapelando por los dos grandes pilares del hall del hotel y entraron en acción. Unos para instalar la tirolina que permitiría después la evacuación, y el médico y otro guardia civil para asistir al herido. "En realidad este tipo de prácticas evidencian un intercambio de conocimientos. Los guardias civiles nos enseñan técnicas de montaña y los médicos les enseñamos las sanitarias", afirmaba Borrel en un paréntesis.

Tras la asistencia médica al herido, que incluyó entre otras cosas la colocación de un collarín, se procedió a la inmovilización del paciente en una camilla especial. "El herido será evacuado en un helicóptero, no aquí por falta de espacio, claro, por lo que debe estar perfectamente inmovilizado", indicó López.

Pero antes de embarcarse en un imaginario helicóptero, el herido fue elevado verticalmente en camilla para ser descendido después en tirolina hasta un hipotético lugar seguro. Ya allí, varias alfombras más allá de las escaleras mecánicas, las mentes de los congresistas imaginaron su final evacuación en helicóptero. "Por supuesto no siempre es así de cómodo, añadenle falta de luz, terrenos difíciles...".