Un total de 32 pastillas de éxtasis, 24 gramos de polen de hachís, 11 gramos de speed, 22 gramos de marihuana y 13 dosis de LSD es lo que hallaron los agentes de la guardia civil camuflado en un bote de patatas fritas durante la inspección de un turismo en el que viajaban tres personas.

La intervención se ha llevado a cabo a las 00.45 horas de esta madrugada por agentes pertenecientes al Núcleo de Reserva de la Guardia Civil de Casetas en una vía de comunicación próxima a Zaragoza, han informado fuentes del instituto armado.

Durante la inspección del turismo la Guardia Civil localizó, bajo el asiento del acompañante del conductor, varias dosis de speed y ante la sospecha de que en el interior del habitáculo los ocupantes transportasen otras sustancias, los agentes inspeccionaron minuciosamente todos los efectos que portaban.

En los asientos traseros hallaron una bolsa con diversos alimentos entre los que se encontraba un envase comercial de patatas fritas, de forma tubular, que aunque estaba perfectamente precintado levantó las sospechas de un agente, en cuyo interior localizó un doble fondo en el que habían introducido diversas drogas.

Las sustancias pertenecían a los ocupantes del turismo, que manifestaron ser policonsumidores de las mismas.

Al no hallarse indicios que evidenciaran la actividad ilícita de tráfico de drogas, la Guardia Civil procedió a instruir las oportunas denuncias a la ley de Seguridad Ciudadana por la tenencia o consumo de sustancias estupefacientes.

En el interior del vehículo también se localizó una llave de pugilato (puño americano) y una defensa extensible metálica por los que fueron denunciados a la Ley de Seguridad Ciudadana, en concordancia con el reglamento de armas.

Los ocupantes del turismo eran dos varones y una mujer que fueron identificados cuando viajaban desde Barcelona a Bilbao y a quienes no les constan antecedentes policiales.