Hemos visto el cuerpo y estamos completamente seguros de que es el de José Manuel --Montañés--, aunque tendremos que esperar a que nos entreguen los resultados de las pruebas oficiales. Pero ya estamos preparando el entierro, que se celebrará el viernes salvo imprevistos".

Esa fue la reacción de Angeles, sobrina del vecino de Valareña de 58 años que desapareció el lunes de la semana pasada, tras conocer ayer que los equipos de rescate navarros habían encontrado un cadáver en El Bocal del río Ebro, en la confluencia con el canal Imperial de Aragón. Montañés estaba soltero y vivía con una hermana suya que padece una deficiencia psíquica. Sufrió un accidente de tráfico por las fuertes trombas de agua cuando regresaba de Tudela a su pueblo.

El hallazgo se produjo a las cuatro y cuarto de la tarde, entre los municipios navarros de Fontellas y Cabanillas. Según informaron fuentes del Ejecutivo foral a este diario, el cuerpo se encontraba en el agua y en avanzado estado de descomposición, a cuatro kilómetros en línea recta del lugar donde apareció el coche de Montañés el pasado viernes.

Efectivos del Cuerpo de Bomberos rescataron el cadáver del cauce del río y, tras acordonar la zona, miembros de la Policía Foral de Navarra lo trasladaron al Instituto de Medicina Legal de Pamplona, donde se le realizarán la autopsia y las pertinentes pruebas científicas para proceder a la identificación. Todo apunta, según las fuentes consultadas, a que el cuerpo es el del desaparecido.

Sin embargo, minutos antes de que el juez ordenase el levantamiento del cadáver se vivió una escena de enorme dramatismo. Angeles, portavoz de la familia de Montañés, indicó que ningún pariente suyo tuvo constancia de que había aparecido un muerto hasta que este periódico se puso en contacto con ella. Fue entonces cuando decidió desplazarse hasta el lugar del hallazgo y ver con sus propios ojos si el cadáver era el de Montañés. El Ejecutivo navarro se defendió de estas críticas alegando que se había telefoneado a un miembro de la familia previamente al aviso realizado a los medios de comunicación.

"Nos hemos enterado por la prensa. Ahora, ya no tenemos ninguna duda de que es él. Aunque el cuerpo no está bien, se le podía reconocer fácilmente. Pero habrá que aguardar a que nos den los resultados de los test", subrayó Angeles visiblemente afectada.

En caso de confirmarse las sospechas de la familia, el próximo viernes se celebrarán en Valareña los actos fúnebres en honor del fallecido. "Ya no nos quedaba ninguna esperanza de encontrarlo con vida, pero queríamos enterrarlo con dignidad", agregó Angeles.

Tras diez días en paradero desconocido, el calvario de los familiares podría llega a su fin en breve. Esperaron hasta el pasado jueves para denunciar la desaparición, pero siempre se mostraron convencidos de que Montañés había tenido algún problema por las riadas.

DESAPARECIDO EN TAUSTE Los equipos de rescate que dirigen la búsqueda del vecino de Tauste que fue arrastrado el pasado día 7 por la corriente desbordada del río Arba siguen sin hallar indicios del cuerpo de Félix Sastrón, de 57 años.

Aunque el pasado martes, los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil rastrearon las dos orillas del río hasta su desembocadura en el Ebro, no encontraron al taustano. Fuentes de la Delegación del Gobierno apuntaron que el próximo paso será emplear perros adiestrados en las inmediaciones de la casa donde se vio a Sastrón por última vez. Pero antes habrá que esperar a que el barro se solidifique y se compacte.