Sabor agridulce en la macrobatida organizada en Zaragoza por el Grupo de Desaparecidos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón en la que han participado un centenar de efectivos de este cuerpo, de bomberos y de la Cruz Roja. Han encontrado con vida a Narciso Ribote, de 83 años, en la orilla del Ebro, mientras que a Regina Cabeza, de 47 años, ha sido hallada cadáver cerca de la escuela de ingenieros de la Universidad de Zaragoza.

A las 09.00 horas ha comenzado el rastreo. El punto de partida ha sido la calle Miguel Ambiela, ya que allí vivía Regina Cabeza. Los efectivos que han ido peinando esta zona, así como las orillas del Ebro, encontrando en un primer momento a Narciso Ribote, que desapareció el jueves tras abandonar la residencia de ancianos en la que está.

Su última pista se perdió en la zona del Expo, por lo que hasta el meandro de Ranillas se trasladaron varias patrullas. Dos agentes del Grupo de Motos de la Policía Nacional, conocido como "centellas", les encontró en una zona inundable, semiinconsciente, descalzo y sin poderse mover, ya que se encontraba encajado entre troncos y maleza.

Los agentes le taparon con sus uniformes y llamaron a la sala del 091 que activó a la ambulancia de los Bomberos de Zaragoza. Los sanitarios consiguieron estabilizarle, ya que sufre de diabetes, antes de trasladarlo a un hospital de la capital aragonesa.

Los agentes que han encontrado con vida al anciano desaparecido / NURIA SOLER

Ambos agentes han reconocido a este diario, la satisfacción por el resultado positivo de la búsqueda. "Llegamos con nuestras motos hasta la zona en la que no había barro y luego recorrimos unos 100 metros a pie entre el barro y la maleza, ahí estaba Narciso, adormecido", han señalado, mientras detallaba que "hasta que no ha entrado en calor no ha abierto los ojos, solo pestañeaba, pero está vivo que es lo importante".

Estos policías, que llevan once años en el cuerpo y dos como miembros de los Centellas, han asegurado que la vida de este hombre hubiera corrido peligro si el río Ebro hubiera subido su caudal.

Las noticias negativas llegaron sobre las 13.00 horas, cuando agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron el cadáver de Regina Cabeza que llevaba desaparecida desde el pasado 22 de enero.

Su cuerpo se encontraba escondido en una zona de cañas y matorral de un solar del Centro Politécnico Superior (CPS) junto a la Escuela de Ingenieros, en el barrio del Actur. Llevaba varios días muerta y no presentaba signos de violencia, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, si bien la fecha de su fallecimiento, así como las causas del mismo tendrán que ser determinadas por la autopsia que se va a realizar en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), donde ha sido trasladada por la Hermandad de la Sangre de Cristo.

Según estas mismas fuentes, la mujer de 47 años llevaba la misma ropa que vestía en el momento en el que se le perdió la pista. La mujer sufría depresión y abandonó su domicilio, en el barrio de Zalfonada de Zaragoza, sin coger el móvil. Tras no regresar a casa y no poder contactar con ella, su familia dio la voz de alarma.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, que es el que hoy se encuentra de guardia, será el que asuma la investigación de la mano de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) a la que pertenecen los agentes del grupo de Desaparecidos y de Homicidios.

Por el momento sigue sin aparecer Virgilio Giménez,