Tremendo susto el que ayer se llevaron los operarios de una obra en un edificio de la calle Coso de Zaragoza cuando encontraron entre los escombros el cadáver de un hombre. Inmediatamente llamaron a la Policía Nacional que se desplazó hasta el lugar por si podía ser un homicidio.

Las primeras investigaciones descartan esta hipótesis debido a que el cuerpo hallado, de un hombre unos 60 años, no presenta signos de violencia.

No obstante, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) donde hoy se le realizará la autopsia para intentar identificarle, además de extraerle muestras de ADN que se cotejarán con los archivos de personas desaparecidas que manejan tanto Guardia Civil como Policía Nacional.

Unas labores que serán difíciles, ya que, según fuentes consultadas por este diario, este hombre está ya esqueletizado, por lo que la muerte del mismo pudo producirse hace varios años. Importante será la bolsa que estaba a su lado, en la que se encontraron efectos personales que deberán confirmar que no fueron robadas.

Asimismo, según estas mismas fuentes, este hombre llevaba puestos unos cascos de música, que podrían ser reconocidos por los familiares de esta persona. La investigación gira en torno a que los restos corresponderían al de un indigente.

El edificio donde se encontró el cadáver es de propiedad privada y se ubica en el número 90 de la calle del Coso de la capital aragonesa.

Allí, mediante el procedimiento de ejecución subsidiaria, unos trabajadores habían iniciado unas obras para el desescombro y apuntalamiento del inmueble que ayer quedó precintado por mandamiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza, en funciones de guardia.