El cadáver de Félix Sastrón, el vecino de Tauste de 57 años que desapareció el pasado día 7 tras ser arrastrado por la corriente desbordada del río Arba, fue hallado ayer en una orilla del cauce a poco más de un kilómetro de la casa donde fue visto por última vez.

A las doce y diez de la mañana, un agricultor de la zona, José Luis Abadía, se encontraba recogiendo todos los materiales que la riada destrozó en su huerto --ubicado en un paraje conocido como la zona del Indio-- cuando, "por casualidad", vio las suelas de dos botas negras entre unas ramas. "Me he asomado para mirar cómo estaba el terreno de al lado y he visto el calzado. Primero pensé que era una raíz, pero luego vi el pantalón y ya no tuve dudas", explicó a este diario.

"Muy nervioso y sin saber inicialmente a quién llamar", Abadía alertó a la Policía Local de Tauste, que a su vez avisó a los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Huesca para que sacaran el cadáver del río.

Los equipos de rescate indicaron que el cuerpo se encontraba muy hinchado, en avanzado estado de descomposición y que apareció en una zona del Arba que ya habían rastreado. Sin embargo, debido a la gran altura que tenía el agua tras las inundaciones, no pudieron verlo antes. "Estaba enganchado de un zapato y del pantalón en un árbol, de ahí que la corriente no lo hubiera llevado más lejos. Ayer --por el lunes-- recorrimos el lugar, pero hasta que el agua no ha bajado lo suficiente y la intensidad de la corriente ha disminuido ha sido imposible encontrarlo", afirmaron algunos efectivos.

En esta ocasión, los GEAS no recurrieron al empleo de zodiacs , como en anteriores jornadas, sino que ataron el cadáver a una cuerda para extraerlo del río. Tras las labores, que concluyeron a las 14,50 horas, un cuñado del fallecido, Agustín Burguete, pudo reconocer el cuerpo por una cicatriz. Sin embargo, el cadáver fue trasladado al depósito municipal de Ejea de los Caballeros para practicarle la autopsia y confirmar su identidad.