Una investigación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea-CSIC) y del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) ha hallado por primera vez en peces de río, entre ellos del Ebro, concentraciones muy importantes de piretroides acumuladas en el organismo de los animales. Los piretroides son insecticidas sintéticos que se usan en todos los hogares, como los dispositivos antimosquitos, fórmulas antipiojos o productos para mascotas, también los emplean veterinarios y agricultores en sus campos y, a mayor escala, se utilizan en algunos países para el control de la malaria o el dengue.

Los investigadores analizaron 42 ejemplares de peces (bagres, barbos, truchas, carpas y gobios) capturados en 20 puntos de muestreo de cuatro ríos: seis puntos en el río Llobregat, cinco en el Ebro (aunque no especificaron cuáles), cinco en el Júcar y cuatro en el Guadalquivir.

Ethel Eljarrat, investigadora del CSIC dijo ignorar "sus efectos tóxicos en estas concentraciones, porque no se han hecho suficientes estudios", pero son más elevadas que las de la mayoría de contaminantes emergentes, como los fármacos o los cosméticos.