Una pareja de jóvenes apareció muerta en un piso de Huesca el sábado por la tarde. La Policía Nacional encontró los cadáveres en el interior de un piso de la secta planta del número 13 de la calle Cabestany, después de que unos familiares alertaran de su ausencia. Aunque las causas no podrán determinarse mientras no se conozca el resultado de la autopsia efectuada ayer, se baraja la posibilidad de que murieran asfixiados por un escape de gas.

Las víctimas son Andrés T. V., de 36 años y natural de Lérida, y Sandra N. C., de 30 y natural de Marcén (Huesca). Los agentes policiales encontraron sus cuerpos en habitaciones separadas y sin signos de violencia externos. El joven apareció en la bañera y la muchacha, en la cama de la habitación.

El caso fue puesto en manos de la Policía Nacional, cuyos agentes aparecieron en la vivienda pasadas las siete de la tarde. Posteriormente llegaron el forense y el juez de guardia, quien levantó los cadáveres hacia las nueve menos cuarto de la noche.

NO ACUDIERON A UNA CITA Según fuentes policiales, la pareja debería haber acudido el sábado a comer a casa de unos familiares quienes, al ver que no llegaban y que tampoco respondían al teléfono, acabaron alertando a la Policía Local. Previamente habían intentado obtener noticias de los jóvenes llamando a varios amigos y compañeros de trabajo de los fallecidos.

A lo largo de la tarde del sábado se sucedieron los episodios de dolor entre los familiares y allegados que acudieron a la vivienda conforme fueron enterándose de la noticia. De hecho, el personal sanitario del 061 trasladado hasta la calle Cabestany tuvo que atender a varios parientes de la pareja que sufrieron una fuerte conmoción.

Los cadáveres de los dos jóvenes se trasladaron al depósito forense del Hospital Provincial de Huesca, instalaciones en las que ayer se les practicó las autopsias.

Respecto a las causas de la muerte, la Policía Nacional se limitó a apuntar la asfixia como una de las hipótesis de mayor probabilidad y optó por referirse al suceso como un "accidente puntual" a la espera de que se conozcan los resultados de la autopsia.

En torno al número 13 de la calle Cabestany se congregaron rápidamente numerosos curiosos, alertados por el amplio despliegue policial, sanitario y funerario que se montó junto al portal.