Un antiguo profesor del instituto Goya de la capital aragonesa fue encontrado ayer muerto en su domicilio. El hombre, José María P., de 73 años, fue hallado solo en su casa con signos de haber pasado algunos días desde su fallecimiento por causas naturales. Se trataba de un exdocente del instituto zaragozano y fueron los vecinos quienes alertaron a la Policía Local, después de que uno de ellos se preocupara al no saber nada de él en cuatro o cinco días y percibir un fuerte olor.

Hasta allí se desplazó también una dotación de bomberos con una escalera de 30 metros para acceder a la vivienda por la ventana, si bien no resultó necesaria, ya que la comunidad tenía llaves de la casa. No obstante, puesto que la puerta estaba cerrada con un pasador, resultó necesario quitar este elemento de seguridad para acceder al piso, en la sexta planta del número 75-77 de la avenida Goya.

Con este caso ya son seis las personas encontradas muertas y solas en su domicilio en la capital aragonesa, en el tramo temporal que comprende desde el 2 de agosto hasta ayer. El día más duro fue el 8, cuando aparecieron muertas cuatro personas en distintas ubicaciones. El primero de esta triste sucesión es el caso que tuvo lugar el 2 de agosto. Se trataba de un varón de 58 años que fue encontrado muerto en el número 152 de la zaragozana avenida de Madrid.

En este caso, las alarmas saltaron después de que los vecinos de la finca no tuvieran contacto con el finado desde hacía dos semanas, al menos. Cuando fue descubierto en su piso, el cadáver se encontraba en proceso de descomposición.

DESAPARECIDO

Afortunadamente, ayer se halló con vida a una persona mayor que se encontraba desaparecida. Un anciano de Caspe de 87 años fue localizado con vida a las afueras de la ciudad tras haber sufrido este viernes una caída de la que no se pudo recuperar. Tras la denuncia de su desaparición, el dispositivo de búsqueda comenzó a las 23.00 horas del viernes y se prolongaró hasta la madrugada. Al hombre, que estaba consciente y solo presentaba heridas leves, lo encontraron a primera hora de la mañana dos guardias civiles que peinaban la zona por la que ya habían rastreado horas antes. Una ambulancia lo trasladó a a un centro hospitalario. En el dispositivo participaron los bomberos de la Diputación de Zaragoza con su grupo de guías caninos, la Guardia Civil, la Policía Local, miembros de Protección Civil y voluntarios.