Miembros del equipo de búsqueda del senderista mexicano que desapareció en el Pirineo de Huesca hace 12 días cuando realizaba un paseo hallaron ayer su cadáver en la vertiente norte del monte de Nabaín, en el término municipal de Fanlo.

Según informó la Guardia Civil, el cadáver de Jesús R. G., de 71 años, fue trasladado en el helicóptero del cuerpo al depósito de la localidad de Boltaña para serle practicada la autopsia.

Fuentes del dispositivo de búsqueda señalaron que ahora hay que esperar a disponer de los resultados de la autopsia del cadáver antes de establecer las causas de la muerte del infortunado senderista.

El rastro del excursionista se perdió el pasado día 1 de este mes tras dejar la casa de su hija en la aldea de Vio para dar el paseo que realizaba diariamente tras su llegada de México hace aproximadamente un mes. El monte de Nabaín se encuentra al sur de Vio, a mas de seis kilómetros en línea recta.

A lo largo de los doce días, los miembros del equipo de rescate y el personal voluntario exploraron una amplia extensión de terreno escarpado, boscoso, con barrancos y otros parajes de alta dificultad técnica por su carácter abrupto y por estar cubiertos de una vegetación muy densa.

Con vehículos todoterreno y motocicletas se batieron pistas, caminos, cortafuegos y sendas transitables en una superficie aproximada de 300 kilómetros cuadrados mientras que con el helicóptero del cuerpo se sobrevolaron a baja altura unos 1.000 kilómetros cuadrados.

Durante los 12 días de intensa búsqueda participaron más de medio millar de personas, entre efectivos de los distintos grupos de rescate de la Guardia Civil de Boltaña, Jaca, Panticosa, Benasque, Huesca, Viella, Roncal y Pamplona, con perros especializado en la búsqueda de personas desaparecidas.

MOVILIZACIÓN

Además, participaron bomberos de la diputación y el Ayuntamiento de Zaragoza y de las comarcas de la Ribagorza y del Alto Gállego, así como de los puestos de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Graus, Boltaña, Fiscal, Benasque, Torla, Bielsa, Aínsa y Seira, y miembros del Seprona.

También intervinieron especialistas con drones de Huesca y Madrid, así como agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón, Protección Civil del Sobrarbe, guías de montaña y voluntarios, apoyados en los últimos días por seis rescatistas procedentes de México.

El monte de Nabaín, donde fue finalmente descubierto el cadáver, tiene su cumbre a una altura de 1.796 metros. En la misma se halla una ermita en ruinas, denominada de Santa Marina, que constituye un mirador desde el que se contempla el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, al norte, y el valle del Ara, hacia el sur.