Un estudio sobre los efectos del cambio climático en la población del quebrantahuesos en el Pirineo central ha propiciado la localización en esta zona de insectos capaces de transmitir los virus de la fiebre del Nilo Occidental y de la malaria aviar.

Esta información está recogida en una investigación llevada a cabo por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos e Iberdrola, en colaboración con el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos del CSIC, las Universidades de Castilla La Mancha y de Zaragoza y el Gobierno aragonés.

Según explicaron ayer los promotores de la iniciativa, el objetivo del estudio es evaluar si el cambio climático favorece la presencia de insectos de áreas más cálidas que pueden afectar al quebrantahuesos, especie de ave en riesgo de extinción.

Destacan los investigadores que hasta el año 2017 «no se había detectado la incidencia» de estas enfermedades en los ejemplares de esta especie, que custodia el Gobierno de Aragón a través de la Fundación del Quebrantahuesos y en los que se ha evidenciado ahora la presencia de anticuerpos de estos virus.

«Tras la detección de los virus en algunos individuos cautivos y silvestres queda demostrado que el quebrantahuesos es susceptible de desarrollar estas enfermedades y que, en el caso de la fiebre del Nilo, puede llegar a morir», subrayan los especialistas en este área.

TRAMPAS ESPECÍFICAS

Durante el periodo de cría de la especie en este año, que tiene lugar entre los meses de febrero y junio, los miembros de esta fundación han centrado su investigación en determinar si los pollos criados en el territorio aragonés estaban expuestos a estos insectos.

Para ello, mediante la utilización de trampas específicas, se han capturado insectos hematófagos (alimentados por sangre) presentes en siete áreas de cría del quebrantahuesos silvestres en diferentes alturas y orientaciones.

Los resultados confirman la presencia en el Pirineo español de mosquitos Culex y de moscas negras (simúlidos), que son vectores de los virus de la fiebre del Nilo Occidental y de la malaria aviar.

Estos han aparecido en todas las ubicaciones estudiadas por los especialistas, a excepción de las situadas a gran altura o en áreas muy boscosas del Pirineo aragonés.

Además de los problemas de conservación a los que ya se enfrenta el quebrantahuesos para su supervivencia, la presencia de estos insectos dificulta más las labores llevadas a cabo para su protección.

Todavía queda un año de estudio. Durante el año que resta se prevé analizar si los pollos de esta especie picados por insectos infectados pueden enfermar y morir, o si por el contrario son capaces de desarrollar inmunidad frente a estas enfermedades.

En los últimos años, la afección de la fiebre del Nilo se ha extendido con gran virulencia hacia zonas de Europa donde no se había detectado anteriormente, «llegando, incluso, a afectar a personas y causar fallecimientos en casos puntuales», según apuntaron las fuentes del Gobierno de Aragón.

El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ha alertado recientemente de que en lo que se lleva de año se han reportado un total de 170 personas fallecidas y 1.463 afectadas por el virus de la fiebre del Nilo Occidental en distintos estados miembros de la Unión Europea.

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos es una organización no gubernamental (ONG) integrada por biólogos, veterinarios y naturalistas de ámbito nacional, creada en 1995 y declarada de utilidad pública. Se dedica a promover y desarrollar proyectos de conservación, investigación y desarrollo rural en los hábitats de montaña en los que vive esta especie, declarada en peligro de extinción en España.