"Haremos lo que decida el Gobierno. Nosotros estamos para cumplir con lo que la mayoría de los españoles quiere, aunque imagino que sentiré algo de pena si tenemos que dejar al pueblo iraquí, a sabiendas de su precaria situación". El cabo primero José María Ruiz es uno de los 204 militares que forman el Elemento de Apoyo Logístico Nacional (INSE III) y que partirán hacia Irak entre el día 29 de este mes y el 5 de abril con la incertidumbre de si tendrán que volver a España antes de cumplir los cuatro meses de misión.

Deja con pena a su mujer y su hija de 18 meses en Barcelona, donde está destinado. Ayer, después de la despedida oficial celebrada en el cuartel de la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 41) de Zaragoza, se mostraba relativamente tranquilo, aunque admitió que siente "algo especial" al marcharse después de la tragedia de Madrid: "Todo el país lo está pasando mal. Y a nosotros también nos afecta este hecho".

El anuncio del futuro presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, de hacer regresar a las tropas de Irak a partir del 30 de junio --si la ONU no asume el control del país-- no dejó indiferente a nadie.

El capitán Luis Ferrer, que coordinará aspectos de personal y seguridad en Irak, expresaba sus dudas acerca de cómo afectará la decisión a su trabajo: "Nosotros estamos mentalizados para permanecer cuatro meses. Más tiempo sería demasiado y si nos quedáramos menos apenas podríamos cogerle el pulso a la misión".

Sin embargo, la soldado Susana Legaz, que al igual que sus compañeros realizará labores de abastecimiento, transporte, mantenimiento y asistencia sanitaria a la Brigada Plus Ultra, indicó que prefiere quedarse seis meses en la zona. "No pensamos en la política sino en el tiempo que va a durar la misión. En ese aspecto incluso puede haber diversidad de opiniones dentro de la tropa. Yo preferiría seis meses. Si fueran sólo dos, sería más duro porque tendríamos que desmontar la base".

El propio Ferrer aseguró que desconoce cuánto tiempo necesitarían para recoger los materiales. "No tengo ni idea, porque desde que comenzó la misión se ha trabajado mucho en ella", afirmó.

Por su parte, la soldado canaria María Auxiliadora Suárez, de 21 años, admitía que ha vivido los últimos días con "un poco de nerviosismo, tanto por los atentados como por el movimiento político existente en torno a la misión". Sin embargo, apuntaba con una sonrisa plena que las noticias que recibe desde Irak le tranquilizan: "Todo indica que la situación está controlada y que la seguridad en la base es muy alta".

La necesidad del relevo

El jefe del INSE III, teniente coronel Pedro Vallejo, vio como algo "natural" que se produzca el relevo de los efectivos que ahora se encuentran en Diwaniya. "Los militares que llevan cuatro meses en la zona necesitan volver. Luego, ya se decidirá si nosotros regresamos antes o no", apuntó el teniente coronel, que ya abrió la misión española en Kosovo.

Igualmente, el segundo jefe del Mando de Apoyo Logístico a las Operaciones de la Fuerza de Maniobra, coronel Fernando Moragas, prefirió no "adelantar acontecimientos" sobre la iniciativa de Zapatero. "Tal vez pueda haber una sensación de que dejamos un hueco si nos marchamos después de tantos meses trabajando, pero ya veremos cómo evoluciona el asunto".