El rapero Pablo Hasel reiteró ayer en Zaragoza todos las afirmaciones que le han supuesto varias condenas por injurias a la Corona española y enaltecimiento del terrorismo. Y reclamó «movilizaciones populares» para combatir lo que el considera ataques «muy graves» a la libertad de expresión.

En medio de gran expectación, después de que el PP denunciara la celebración del acto por considerar que el centro social Luis Buñuel no era el marco más adecuado para realizarlo, el cantante de Lérida cargó duratemente contra la Audiencia Nacional por considerar que es un tribunal «heredado del franquismo» y pidió su disolución. «No es necesario compartir lo que decimos para saber que lo que ha pasado es una barbaridad», explicó.

El también activista político se defendió de la acusaciones que penden contra él. «No tengo por qué pedir perdón ni arrepentirme de nada y voy a seguir exactamente con el mismo mensaje que he tenido hasta la fecha», afirmó.

En el acto, organizado por las Marchas por la dignidad, también estuvo presente el periodista Boro, a punto de ser condenado por su implicación en disturbios en varias manifestaciones y por las opiniones que ha vertido en redes sociales. «Se está creando una legislación pensada para frenar las herramientas de lucha social», advirtió.

Hasel fue especialmente crítico en su intervención con los partidos de izquierda que en su opinión «no se han mojado» lo suficiente en la defensa de la libertad de expresión. «Han renunciado a principios que defendían hace un tiempo», aseguró en referencia a Podemos.