DESPERTEMOS. ¿Cómo era eso de Santa Bárbara y los truenos? Algo así nos pasa a la mayoría con las organizaciones ecologistas. Sabemos que están ahí dando la murga y no les hacemos mucho caso hasta que salen a la luz situaciones como la de Monegros. Uno prefiere pensar que realmente todo funciona, que se cumple la legislación y que ´todos semos güenos´, pero realmente no es así. Noticias como estas te sacan del sopor, el autoengaño o como lo queramos llamar. Lo triste es que la mayoría nos volveremos a dormir y a confiar en que nada pasa. criptero .

CASO AISLADO. Más nos vale pensar que existe un adecuado control de los residuos tóxicos, si no, estamos arreglados... Supongo, por ejemplo, que en los ríos se realizan controles sanitarios y de toxicidad que hacen imposibles los vertidos, al menos de forma regular. Casos como el de Monegros creo que son aislados, no sólo la población está cada vez más concienciada del problema ecológico, sino que la legislación es mucho más estricta, especialmente con aquellas actividades potencialmente más peligrosas. Y donde no llega la Administración, que en teoría debería cortar la mayoría de problemas en origen (revisar instalaciones, aprobar proyectos...) llegan las organizaciones ecologistas que hacen un gran trabajo de vigilancia y control. petty .

CONTROL ADECUADO. A medida que progresa la sociedad es natural que aumente la preocupación por el Medio Ambiente, a todos los niveles. Los empresarios responden exactamente al mismo estímulo y creo que casos como el de Monegros son cada vez más aislados. Si cada vez en más hogares hacemos el esfuerzo (deber lo llaman algunos) de reciclar, es natural que las empresas se comporten también del mismo modo. Personalmente tengo confianza en que se respeta la legislación y existe un adecuado control de residuos y materias peligrosas. Marisa .

ENGAÑOS. No podemos engañarnos. Hay que quien acusa de alarmismo a las organizaciones ecologistas, pero tienen mucha razón. Lo cierto es que las empresas recurren a numerosas triquiñuelas para evitar la legislación vigente. El resultado es que en España estamos todavía muy lejos de una empresa (y ciudadanía) respetuosas con el Medio Ambiente. David O .