-¿Teme que IU quede atrás por el crecimiento de Podemos?

-El mayor reto es la construcción de un bloque político alternativo capaz de hacer una propuesta de ruptura. La irrupción de Podemos condiciona este proyecto pero lo hace más posible. Hace que gente que no está en nuestras posiciones puedan contribuir. También queremos contar con otros factores como los movimientos sociales.

-¿Cómo plantea la relación con el resto de la izquierda?

-No queremos que se fíe todo a un acuerdo que condicione toda nuestra política en las instituciones. Aunque la realidad del pacto entre la izquierda se está tambaleando. Es complicado gestionar una relación con un PSOE que está en el ala derecha del partido.

-¿Cuáles son las discrepancias con la actual dirección del partido que le han llevado a presentar esta candidatura?

-Somos parte de una misma organización y que por lo tanto en muchas cosas esenciales coincidimos. Sí que existen algunos matices de importancia. Por un lado, el avance dentro de la militancia participativa. Pedimos más herramientas como los referendos o revocatorios para la militancia. Por otro lado, le queremos dar más especio a las áreas de elaboración colectiva, que están abiertas a todos el mundo.

-¿Cómo valora los años de gestión de Adolfo Barrena?

-Ha tenido un papel complicado, pero en general se ha hecho un buen papel de oposición firme. Especialmente cuando era diputado. Además, ha gestionado de la mejor manera posible las discrepancias internas en el ámbito estatal.

-¿Se ha desdibujado la presencia de IU en Aragón?

-Es lógico que se vea así, pues a nivel parlamentario ahora solo tenemos a una diputada. La compañera Patricia Luquin tiene menos visibilidad, pero hemos avanzado en la exposición de nuestra ideas y hemos logrado espacio en los ayuntamientos. Y hemos avanzado en participación en los conflictos sociales, que creo que es lo que nos toca mejorar ahora.

-¿La falta de movilización social ha enfriado las perspectivas de IU?

-Esta es una idea cierta, pero en parte. Ya no hay grandes movilizaciones, pero la conflictividad en los centros de trabajo mantiene una intensidad muy alta. Tenemos que ser partícipes de ella y tratar de relanzar el ciclo de movilización, pues así ya se pueden cambiar cosas.

-Muchos de los miembros de su lista provienen del municipalismo, ¿cree que es exportable a todo Aragón el modelo de ZeC?

-Lo tenemos que intentar. Hay que avanzar a un espacio político y social amplio. La participación directa desde la base es lo que tenemos que fomentar, independientemente del trabajo municipal diario que realizamos.