Hay que potenciar las relaciones con el Magreb para combatir el terrorismo islamista. En concreto, con Marruecos, Argelia y Túnez, ya que es probable que los grupos que actúen en España sean siempre neosalafistas". Esa es una de las claves para acabar con estas organizaciones en el país según Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos y asesor en materia antiterrorista del gabinete del ministro del Interior, José Antonio Alonso.

Ayer, durante la clausura de las I Jornadas Internacionales sobre Terrorismo de Zaragoza, organizadas por la Fundación Manuel Giménez Abad, Reinares insistió en la necesidad de que Occidente "revise" las relaciones con el mundo islámico para que éstas generen la cooperación necesaria.

Pero, además, el asesor del ministro Alonso, que estimó una duración aproximada de dos décadas para estas redes, destacó que esa colaboración debe extenderse también a la Unión Europea. "De poco sirve aplicar nuevas medidas si el resto de países europeos no trabaja en esa dirección. Hay que fomentar el uso de elementos como la Europol, que está muy lejos de su nivel óptimo de funcionamiento", indicó el experto.

En la misma línea que mostró el pasado lunes el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, Reinares apuesta por controlar la financiación de las organizaciones. "Recurren al tráfico de drogas, a ONG aparentemente caritativas... Pero, sobre todo, hay que actuar con los paraísos fiscales donde blanquean dinero, algunos de los cuales están en Europa e, incluso, pegados a España", afirmó en referencia al Principado de Andorra.

A su juicio, el Centro Nacional de Coordinación Terrorista servirá para intercambiar información entre las distintas estructuras y hacer recomendaciones operativas sin mermar el papel de la Guardia Civil y la Policía Nacional. La Inteligencia en este caso es "muy importante", por lo que también apuesta por incrementar el papel del Ministerio de Defensa. "Las agencias necesitan bases de datos compartidas, accesos a bases de datos públicos, datos de viajeros y transportes, clientes de operadoras telefónicas...", señaló.

Reinares dejó claro que la salida de las tropas de Irak no servirá para que España "sea menos vulnerable" y subrayó que la guerra "ha reforzado a los terroristas".

EL FUTURO DE ETA El asesor de Alonso también habló en su ponencia de la situación actual de ETA y de la política que el Gobierno español pretende seguir con la banda terrorista. Una política que carecerá de grandes novedades. "El Ejecutivo apostará por la continuidad y por el cumplimiento del Pacto Antiterrorista", apuntó al mismo tiempo que defendió el "consenso político" como llave a la solución del conflicto vasco. "Todos los intentos de negociación directa sólo sirvieron para que ETA se rearmara y para que sus reclutas vieran la influencia que podían ejercer. Igualmente, los GAL fueron contraproducentes", dijo.

Reinares, que destacó la "gran eficacia" de la Ley de Partidos, ve "débil" a ETA, pero insistió en que no se puede "bajar la guardia" porque estas épocas "suelen instrumentalizarse políticamente y pueden provocar espectaculares atentados".

En otra de las conferencias, la concejala socialista en el País Vasco Maite Pagazaurtundua, que perdió a un hermano a manos de la banda terrorista, hizo especial hincapié en el papel ejercido por las víctimas de ETA, que "no han devuelto mal por mal". Pagazaurtundua opinó que la violencia terrorista habría causado menos muertos "si el Estado hubiera amparado antes a los afectados, si el nacionalismo vasco hubiera revisado su ideario y si la sociedad vasca hubiera reaccionado humanamente contra el terrorismo desde el principio de la democracia".