A Julia Marín-Yaseli de la Parra siempre le gustó el espacio. Por ello estudió física en el campus público de Zaragoza donde pudo desarrollar y diseñar parte de una misión con satélite en el 2005 junto al resto de estudiantes del proyecto de todo el mundo. Desde que acabó la carrera, la joven trabajó en varias misiones en diversos países como Holanda y Francia. Actualmente, desde hace cinco años, la zaragozana cumple el sueño de trabajar para la Agencia Espacial Europea (ESA).

Marín-Yaseli que es ingeniera de operaciones y planificación científica de la misión espacial Mars Express de la organización, confirmó el pico de metano medido por Curiosity (nave espacial de exploración marciana dirigida por la NASA) en el 2013. «En esta misión somos seis personas y yo soy la única mujer y la más joven», manifestó la coautora emocionada por el trabajo realizado. El hallazgo se realizó en colaboración con una universidad italiana.

La aragonesa siempre ha estado en un entorno mayoritario de hombres. «Desde que estudias la carrera ves que solo somos en torno a un 10% y un 15% de mujeres», enunció la científica. Por ello, afirmó que «me gustaría que algún día pudiera tener un jefe que fuese mujer». La sede, ubicada en Madrid, lleva a cargo las operaciones científicas donde la mitad son ingenieros y la otra científicos. Un total de 300 trabajadores de los cuales cinco son aragoneses.

Mars Express lleva orbitando en Marte 15 años. La presencia de metano en la atmósfera marciana fue objeto de un intenso debate hasta que la aeronave pudo realizar una de las primeras mediciones en órbita.

Metano en Marte

Desde hace varios años, varias agencias espaciales mundiales tienen misiones comandadas en el planeta marciano. Los interrogantes de lo que puede pasar en el astro están en el punto de mira de muchos científicos.

«Siempre hemos tenido la duda de que podía o puede haber vida», aseguró la Marín-Yaseli, quien añadió que «Marte alberga depósitos de agua que pueden estar en el suelo y en el subsuelo». Este descubrimiento dio pie a investigar cómo pudo ser el planeta rojo. «Tenemos que cuidar nuestro propio planeta estudiando los demás», subrayó la joven.

Ahora, un reanálisis de los datos recopilados por la sonda de Mars Express durante los 20 primeros meses de la misión Curiosity de la NASA permitió a la ESA hallar un caso de correlación en la detección de metano en Marte. Esta molécula llama la atención, ya que en la Tierra es generada por organismos vivos y por procesos geológicos.

Debido a que el procedimiento atmosférico puede destruirlo con rapidez, cualquier detección de sustancia indica que se debió liberarse en poco tiempo. En total, se localizaron 15 partes por mil millones de volumen en la atmósfera. Sin embargo, estas cifras se designan en proporciones muy pequeñas que son difíciles de procesar. «Las 15 partes son 100 veces menores de lo que se podría detectar en la Tierra. Sin embargo, en Marte es más complicado porque si pasa un tiempo el gas se diluye y es difícil encontrarlo», contó Marín-Yaseli.

La confirmación resultó de importancia para los científicos, ya que se llegó a dudar de que la señal registrada por el Curiosity fuera cierta, e incluso se especuló con la posibilidad de que la hubiera generado él mismo. Además, los investigadores cosideran que la fuente de metano puede proceder de una región geológicamente compleja a unos 500 kilómetros al este del cráter Gale.