Un hombre de 81 años, vecino de la localidad Foz-Calanda, fue ingresado ayer en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, herido de gravedad por la explosión de su estufa de butano. Lo llamativo fue que esta ocurrió anteayer por la tarde, pero no fue hasta que sus vecinos le vieron quemado cuando llamaron al 112. Por Bernabé, que así se llama el rudo lesionado, se hubiera quedado en su casa.

Una vivienda que, según explicaba el alcalde del turolense, Héctor Puig, quedó seriamente dañada tras la deflagración, ocurrida sobre las 16.00 horas de anteayer. El hombre vive solo y la explosión ocurrió en mitad de una tormenta, por lo que nadie la oyó. Y el hombre, con quemaduras de segundo grado en cara, brazos y torso, y con el ojo gravemente afectado, decidió tumbarse a dormir a ver si se le pasaba.

Ayer por la mañana, un vecino le vio quemado y se interesó por su estado, avisando al 112. Fue trasladado a Alcañiz, pero ante la gravedad de las quemaduras fue derivado al Miguel Servet.