La Guardia Civil ha abierto una investigación sobre el accidente que sufrió un niño de 4 años en una atracción de feria instalada en la localidad oscense de Tierz

El padre del menor fue el que interpuso la denuncia ante el instituto armado, después de que el menor se precipitara de un puesto de Chiki Park y sufriera una rotura de un brazo, así como un golpe craneal por el que tuvo que ser trasladado con urgencia al hospital San Jorge de la capital altoaragonesa. El niño quedó ingresado en dicho centro hospitalario.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.00 horas del pasado sábado durante las celebraciones que este municipio perteneciente a la Hoya de Huesca realiza en honor a San Jorge.

Tras la denuncia del progenitor, una patrulla de la Guardia Civil se trasladó a la localidad y solicitó toda la documentación a los dueños de la atracción de feria, además de revisar la instalación. Según el alcalde de Tierz, Jesús Alfaro, los agentes pudieron comprobar «que todo estaba bien y que fue un desgraciado accidente».

También resaltó el primer edil que toda la documentación examinada «estaba en regla», por lo que «entiendo que ahora será cuestión del seguro que tenga dicha atracción quien tenga que asumir la indemnización al menor». «Ha sido un accidente, por lo que creo que hay que hacer un llamamiento a no alarmarse, ya que este tipo de ferias no están instaladas de forma perpetua en un sitio, sino que recorren muchas fiestas».

Las atracciones deben pasar inspecciones periódicas para garantizar su seguridad. Los ayuntamientos son los encargados de revisar que todo está en orden cuando las barracas se instalan en su territorio, y deben supeditar al resultado de esa revisión la concesión o no de los permisos.

Además, los responsables de esas instalaciones están obligados a presentar una declaración jurada en la que se identifique a las personas responsables de la atracción para que, en el caso de que haya algún problema, esté claro quién asumirá las responsabilidades en un posible siniestro.