Ya es tradicional, aunque presagio de malas noticias, ver a un furgón de la Hermandad de la Sangre de Cristo realizando una labor ingrata, pero necesaria: la recogida de los cadáveres sujetos a actuaciones judiciales en Zaragoza capital. La hermandad lleva nada más y nada menos que realizando esta labor desde el siglo XIII y, aunque las cosas han cambiado mucho desde que los cadáveres se recogían en carro, los hermanos aún van a modernizarse más.

El Gobierno de Aragón y este colectivo han firmado esta semana un protocolo para actualizar el servicio a los nuevos tiempos. Como novedades, los hermanos ya han realizado un curso de prevención de riesgos laborales y después de Semana Santa realizarán otro de criminalística.

El objetivo es adaptar su labor a las exigencias actuales para garantizar los criterios de trazabilidad y cadena de custodia que exige el procedimiento judicial, los requisitos científicos técnicos forenses y a las normas vigentes sobre el traslado de cadáveres. "La hermandad siempre se ha adaptado a la normativa y siempre ha estado abierta a la modernidad. Este protocolo reconoce la labor que llevamos realizando durante ocho siglos", explica el hermano mayor del colectivo, Eduardo Millán, que firmó el protocolo con el consejero de Política Territorial, Justicia en Interior, Rogelio Silva.

El servicio, financiado por el Ayuntamiento de Zaragoza, no supondrá ningún coste extra ni al Gobierno de Aragón ni a las familias de los fallecidos. Además, se convocará una comisión de seguimiento para valorar cómo se realiza el servicio, una labor que sí se va a acotar territorialmente.

La Hermandad de la Sangre de Cristo recoge alrededor de 500 fallecidos cada año. El colectivo está compuesto por 50 hermanos, de los que 45 se encargan de la recogida de cadáveres --los cinco restantes no pueden hacerlo por su avanzada edad--. Cada hermano realiza una guardia semanal obligatoria de viernes a viernes durante las 24 horas del día. Para ello llevan un teléfono móvil con el que atienden los requerimientos del Juzgado.

Hasta ahora la hermandad se encargaba de la recogida de cadáveres en el partido judicial de Zaragoza, es decir, ciudad y alrededores. A corto plazo, el servicio se limitará únicamente a la capital aragonesa, ya que el Gobierno de Aragón va a sacar a concurso esta actividad en el resto de la comunidad.