Las relaciones familiares y de poder dan muchas vueltas. Aunque pasen los años. Por eso, la exhumación del cadáver de un hombre fallecido en el 2015 y enterrado en un pueblo próximo a la ciudad de Huesca permitirá determinar si es el padre biológico de una mujer de 63 años que reclama ser reconocida como su heredera.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Huesca ha ordenado que el próximo 27 de septiembre una comisión judicial se desplace al cementerio donde está enterrado el cuerpo para la obtención de muestras de ADN que cotejar con las que un forense tomará a la demandante. Los herederos legales, tres sobrinos del supuesto progenitor, se personaron recientemente en dependencias judiciales para expresar su decisión de no oponerse a la demanda y de aguardar al resultado de las pruebas genéticas.

En su petición, la mujer relata que su madre se quedó embarazada en 1956 mientras trabajaba como asistenta en la casa del fallecido y que la moral imperante en aquellos años obligó a marcharse del lugar para evitar un escándalo. La niña nació el 28 de septiembre de ese mismo año en la localidad donde vivían sus abuelos maternos, donde la madre buscó refugio para tratar de eludir el estigma social.

La madre, hoy ya fallecida, informó a su hija sobre quien era su padre, pero esto no cambió la situación hasta que se produjo la muerte del padre, que nunca la reconoció como su descendiente. La demanda, defendida por el letrado oscense Ricardo Orús, subraya que durante los años en los que la madre trabajó para el fallecido, surgió una relación «sentimental, íntima, sexual y continuada» entre ambos que derivó en un embarazo.

La demanda se acompaña de un acta notarial que recoge diversas manifestaciones que confirmarían la presunta paternidad, entre otras la de un primo del fallecido, ambos taxistas de profesión, que reconoció que este le había confesado que la demandante era su hija. También se incluye la declaración de una vecina de la población que vio personalmente cómo el fallecido y su asistenta paseaban por la localidad «como si de una pareja de novios se tratara».

El letrado de la demandante ha valorado la decisión de los herederos legales del fallecido de no oponerse a la demanda y no recurrir la orden de exhumación del cadáver de su pariente.