El hijo del jefe de Fincas Atlanta, Eduardo Lacasta Machín, negó ayer ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza que ayudara a su padre a descapitalizar el grupo inmobiliario, que ascendió a 45 millones de euros.

En presencia de su abogado, Fernando Pozo, admitió que él tiene una gran cantidad de sociedades, pero que esto no tiene nada que ver con la trama, sino que son suyas desde que sus padres se separaron en el año 1996.

También quiso resaltar que él no ha gestionado sus sociedades hasta el año 2013 cuando se puso al frente de ellas porque "había dejado de estudiar en Madrid". Hasta ese momento, quien se las administraba era su primo Germán, que también está imputado en este asunto.

Este joven también quiso dejar claro que era dueño de tres sociedades patrimoniales en noviembre de 2011, es decir, antes de que destapara esta causa, pero que ninguna de ellas generó actividad alguna.

La investigación de este caso gira en torno a la sospecha de que, detrás de Fincas Atlanta, habría un grupo de sociedades que transferirían a otras empresas una serie de inmuebles. El fin último sería que las deudas de empresas en concurso de acreedores pasaran a otras con una situación más solvente.

Además del propietario y su vástago, están imputadas otras ocho personas.