De lo alto a lo bajo; dejar el frío del invierno atrás para buscar el pasto en el llano. Y viceversa, revertir la ruta en verano hacia el verde del Pirineo. Los rebaños de ovejas recorren y han recorrido Aragón en incontables ocasiones, caminos que, hasta hace bien poco, también atravesaban la capital aragonesa. Ayer, en conmemoración del 800 aniversario de la fundación de la Casa de Ganaderos, 150 ovejas volvieron a pasar por Zaragoza con una actividad en la que no faltó una recreación histórica que, en esta ocasión, revivió el nombramiento del primer Justicia de la congregación, en 1218. Una jornada festiva en la que no faltó la reivindicación de un sector que resultó clave para la economía de la ciudad durante varios siglos.

El balcón de San Lázaro fue el lugar en el que comenzó la jornada con la recreación del nombramiento del primer Justicia de la Casa de Ganaderos, Domingo de Montealteto, por el rey Jaime I de Aragón. Ataviados con ropas de la época, dos actores volvieron a dar vida a este acontecimiento histórico en el que la mujer de Montealto sirvió de guía que situó a los espectadores en el contexto. «Habíamos planteado actividades más o menos específicas para los ganaderos y otras culturales, pero queríamos una en la calle, que la ciudad disfrutara», explica sobre esta actividad el director de la fundación Casa de Ganaderos, Armando Serrano.

Así, dada la importancia del ovino en la capital aragonesa, relata que pensaron en la trashumancia como enfoque de esta actividad. En el siglo XV, cuando vivían 22.000 habitantes en Zaragoza, había más 400.000 ovejas», subraya Serrano. «Era realmente el motor económico de la ciudad», apostilla. Una situación que constrasta con la actual, en la que desde hace unos 5 años ya no pasan las ovejas. El último, un ganadero del valle de Tena que realizaba la invernada en Peñaflor y que recorría la ciudad por la noche. Por ello, consideraron oportuno «recordar esa importancia» con esta recreación histórica que busca «refrescar la memoria» a los habitantes de la capital aragonesa «para que redescubran la imagen de las ovejas cruzándola», señala.

El ganadero de Leciñena Pedro Jesús Montesa fue el encargado de proporcionar el simbólico ganado de 150 cabezas.