La Asociación de Historiadores de Cataluña Antoni de Campmany solo reconoce como válida en los libros de texto la expresión Corona de Aragón y no corona o confederación catalano-aragonesa, como vienen recogiendo los nacionalistas desde 1869. Así lo han manifestado en un comunicado, con el que quieren dejar clara su postura con respecto a la polémica suscitada por algunos libros de texto.

El colectivo asegura que la corona catalano-aragonesa tiene como raíz la publicación en 1872 de un libro de Antonio de Bofarrull y Brocá, pero que nunca antes de 1869 se había utilizado.

Este «vocablo» aseguran que surgió en el contexto de la Renaixença «en pleno auge de los movimientos nacionalistas y que fue creado con un objetivo político y no solo histórico».

Asimismo indican que «aparte de no ajustarse a la realidad pasada», la expresión corona catalano-aragonesa excluye a dos grandes reinos de la misma: Valencia y Mallorca. Recuerdan también que de los cuatro territorios que la componían «todos eran reinos, menos Cataluña» lo que, además, protocolariamente «no es adecuado poner en lugar preeminente al único territorio que no era reino».

«En caso de aceptar la hipótesis de denominar con nombre compuesto a la Corona de Aragón, debiera ser como mínimo aragonesa-catalana, mallorquina-valenciana» Y añadir los reinos de Nápoles, Cerdeña y Sicilia, según la época.

La opinión de estos historiadores surge después de que el Institut d’Estudis Catalans considerara que el Gobierno de Aragón pretende instaurar la «censura» al conocer que el Ejecutivo va a crear una comisión para luchar en favor del rigor histórico, ante las continuas inexactitudes y falsedades que están proliferando en libros de texto y en los medios de divulgación catalanes. El Institut d’Estudis Catalans defendió el término corona catalano-aragonesa, que esta asociación de historiadores de Cataluña denuncia al considerar que no es rigurosa.