La crisis del coronavirus y el confinamiento obligatorio decretado durante el estado de alarma ha conllevado una curiosa conclusión en cuanto al consumo de luz se refiere. En una comunidad en la que la actividad industrial es siempre decisiva a la hora de analizar el gasto en electricidad, ya que gasta el 52,3% del suministro global, resulta que han sido los hogares de los aragoneses los que han ayudado a contener el descenso que una situación tan excepcional como la vivida habría derivado. Es imposible calcular con exactitud en qué medida pero teniendo en cuenta que sus registros van unidos al sector comercial y que este solo lo hizo en un 6% con todos los locales y comercios cerrados durante semanas, solo así se explica que el 12,1% de caída que registró todo el tejido industrial entre enero y junio de este año haya acabado siendo de un 9,6% menos en el global del consumo de la comunidad.

Son datos que arroja el gasto de Aragón en luz entre los meses de enero a junio, un balance que incluye dos subtramos bien diferenciados, el antes y el después de que estallara la pandemia, de que se decretara el estado de alarma. Pero el balance es llamativo en cuanto a que los descensos son abruptos en muchos de los sectores económicos del territorio. Así, esa contención del gasto se mide, en el caso del ámbito residencial y comercial en un 6% menos que hace un año. Este, representando el 47,7% de la demanda total de electricidad, compensa el 12,1% de caída de la industria y deja la media en la que es, una disminución relevante pero menos si se compara con otras comunidades.

Por comunidades/ Por ejemplo, en Cataluña el descenso en el consumo ha sido del 8,6%, según los datos oficiales, pero allí la industria representa el 37% de la demanda total. En Andalucía la caída global ha sido del 4,8%, pero el sector manufacturero solo se abastece del 27% de todo el suministro (la mitad del porcentaje de Aragón). Y en Canarias o Baleares, donde la industria representa solo el 8% y el 3,6% de todo lo que se gasta, respectivamente, la caída registrada en la luz consumida en ellas ha sido del 8,6% en el archipiélago balear y del 10,1% en el canario. Es decir, teniendo más peso los hogares, la reducción ha sido mayor todavía.

Crece en la agroindustria / Hay una circunstancia clave a la hora de analizar el descenso tan abrupto en el consumo de luz de la industria. El estado de alarma se inició autorizando a continuar con su actividad en sus puestos de trabajo a determinados empleos declarados como esenciales, tales como la alimentación, y otros que no lo eran acabaron reduciendo drástricamente su funcionamiento porque también decayó la demanda de sus clientes. Y en abril, además, se decretó un parón de la industria durante dos semanas que siendo solo de dos semanas fue demoledor para muchas de las empresas.

Así, ambas decisiones se tradujeron en un menor consumo de luz, coincidiendo con el cese de actividad, que hacen que a ese 12,1% de media en seis meses en la industria hayan contribuido más unos sectores que otros. Y especialmente pronunciado ha acabado siendo la disminución del gasto en luz del sector de la siderurgia y la fundición, que ha contabilizado una caída del 27,6%, o de la automoción, que marcó un pico de caída del 34,2%.

Las empresas asociadas al cemento y la construcción lo hicieron en un 19,2% en esos seis meses, mientras que las químicas lo hicieron en un 6,9%. Y las del papel, que en Aragón consumen el 25% del gasto en luz de toda la industria, apenas bajó un 3,8%. Eso significa que su producción no se vio tan afectada.

Y en el otro extremo de la balanza está la agroindustria, con un sector detrás esperando sus productos como era el de la alimentación, declarado esencial por el Gobierno, ha sido la única que en la pandemia ha consumido más luz que el año pasado sin ella. Concretamente un 3,9% más que en el 2019, un rara avis en esta crisis del 2020.

Así es como se ha comportado el mercado en estos seis primeros meses del año, cuando en los años anteriores la tendencia era mantener o aumentar el gasto en luz, y pese a que este año la meteorología no ha sido tan distinta a la del 2019.

Hasta un 21% menos en abril, el mes de más ahorro

El estado de alarma que provocó el confinamiento de los ciudadanos durante tres meses derivó en una caída del consumo eléctrico que podría considerarse histórica. Los indicadores cayeron en picado a todos los niveles, aunque tuvieron mayor incidencia en el gasto que realizan las industrias, que en Aragón representan más de la mitad del consumo global. Y, dentro de los meses del confinamiento, destaca el descenso registrado en el mes de abril, en el que se observaron disminuciones con respecto al mismo mes del 2019 de hasta el 21%. Este se dio en el tejido industrial, especialmente por el parón de dos semanas impuesto por el Estado a toda la actividad del sector. En el residencial y comercial, el descenso fue del 14%. Y a nivel global, la media de todos ellos fue del 17,9%.