Las hojas caídas con la llegada del otoño eran una de las mayores preocupaciones de los bomberos de la ciudad, ya que su acumulación hacía presagiar un atasco en las alcantarillas estos días lluviosos. Por fortuna, y a pesar de las continuas precipitaciones del fin de semana, no se tuvieron que realizar grandes servicios relacionados con la lluvia. Ángel Arpa, jefe de sala del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza, agradeció la labor del servicio de limpieza, que según dijo, "hace más fácil que no se produzcan estos incidentes".