ntonio José Rosa Moral, acusado de asesinato, ha negado hoy en la Audiencia Provincial de Zaragoza haber matado de 17 puñaladas a su cuñado, a pesar de que ha reconocido haber comprado un cuchillo y discutido con la víctima el día de los hechos.

En la vista que ha comenzado hoy en la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza con un jurado popular, el fiscal ha solicitado 23 años de cárcel por asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento así como por parentesco familiar, mientras que la acusación particular solicita por estos mismos delitos 25 años y una indemnización de 300.000 euros.

El abogado de la defensa, Fernando Lacruz, ha pedido inicialmente la libre absolución o en su defecto la existencia de atenuantes, ya que considera que el acusado estaba borracho cuando discutió con su cuñado y que tomaba medicación para la depresión.

El acusado, que no había prestado testimonio ni al ser detenido ni en el juzgado de instrucción, se ha negado a responder a las preguntas de la fiscalía y la acusación particular y solo ha hecho declaraciones a su abogado defensor.

En su testificación, ha remarcado su estado etílico el día del auto y el hecho de que se medicaba por una depresión derivada de la quiebra familiar de la que responsabiliza a su cuñado.

Los hechos se remontan al 15 de septiembre de 2012 cuando el acusado, presuntamente tras abandonar el bar de las piscinas de La Joyosa y adquirir un cuchillo deportivo tipo cazador en la estación de servicio de la localidad, se dirigió a Casetas (Zaragoza), cubriendo una distancia de unos cinco kilómetros, y apuñaló 17 veces a su cuñado, que en ese momento tenía 2,71 gramos por litro de alcohol en sangre.

El hecho de que el cuñado hubiera bebido habría impedido su defensa, según la Fiscalía.

Tras esto, el acusado habría huido a los campos para regresar posteriormente a su domicilio en La Marlofa, una localidad del municipio zaragozano de La Joyosa, donde presuntamente se cambió de ropa y se deshizo del cuchillo.

Tras permanecer seis días en paradero desconocido, y buscado por la Guardia Civil, el acusado acudió a casa de su madre, en Zaragoza, que procedió a entregarlo a las fuerzas del orden.

La disputa entre Antonio José Rosa Moral y su cuñado, al que supuestamente había amenazado de muerte públicamente en varias ocasiones, proviene al parecer de la quiebra derivada del negocio textil del hermano de su mujer en el que, según el acusado, ella entró a participar en contra de su opinión.

La quiebra de este negocio familiar habría producido la perdida de sus dos propiedades y el embargo de su nómina así como una depresión ansioso represiva sin sintomatología psicótica por la que se le concedió la incapacidad.

El acusado, padre de tres hijos y separado en la actualidad de su mujer, ha reconocido la adquisición de un cuchillo, con una hoja de unos 30 milímetros de ancho, 10 de grosor y unos 150 de longitud, que encaja con el arma de los hechos aún desaparecida, así como el trayecto hasta Casetas y un encuentro con su cuñado en el que le habría amenazado e increpado para marcharse posteriormente sin haberle infligido daño.

La fiscalía y la acusación particular han afirmado que no hay testigos presenciales pero sí numerosas pruebas que incluirían una huella del acusado con rastros de sangre de su cuñado en el lugar de los hechos y su domicilio y la adquisición de ese cuchillo del que el acusado habría solicitado al dependiente que estuviera "bien afilado" además de su presencia en la calle de los hechos.