Un atracador, protegido con gafas y una gorra, entró el pasado lunes, poco antes de las 20.00 horas, en un comercio de Calatorao (Zaragoza) esgrimiendo una pistola. Con esta actitud le pidió a la propietaria del establecimiento que le diera el dinero y, al negarse esta, se produjo un forcejeo entre los dos.

El atracador intentó llevarse la caja registradora, pero no pudo conseguirlo porque el cable que la conecta a la corriente eléctrica estaba sujeto fuertemente y la propietaria se asió a él para que no pudiera conseguir su objetivo. La caja registradora cayó al suelo y se rompió, momento en el que aprovechó el atracador para coger el dinero y escapar.

Al parecer, en la puerta del establecimiento había un coche esperando con una mujer al volante y huyeron a toda velocidad en dirección a la autovía del Nordeste.

Como consecuencia del fuerte forcejeo que hubo la propietaria sufrió diferentes contusiones que necesitaron asistencia médica. Según ha podido saber este periódico, el asaltante estuvo minutos antes en el interior del establecimiento, pero como había clientes comprando salió a la calle y esperó en el coche hasta que el comercio se quedo solo con la dueña. Fue entonces cuando entró y ya con la pistola en la mano exigió el dinero de la caja.

Varios agentes de la Guardia Civil se personaron enseguida en el local e iniciaron las gestiones para localizar al autor del atraco. Allí han tomado huellas y procederán el visionado de las cámaras que hay en el establecimiento. También buscan testigos, ya que por la hora es fácil que alguien de la zona pueda aportar alguna pista.

Los vecinos de Calatorao se han quedado perplejos ante un atraco de estas características. Periódicamente hay robos en fincas agrícolas o almacenes y viviendas, pero hace ya muchos años que no se producía un atraco así. Fue en una entidad bancaria en la que los asaltantes se llevaron el dinero sin provocar daños a los empleados.