El fallecimiento de Manuel Pertegaz supone para el mundo de la moda una pérdida del mismo nivel que cuando desaparecieron Christian Dior o Yves Saint Laurent. Creó una de las grandes firmas internacionales desde España. La propia casa Dior lo escogió a él en primer lugar para que llevase las riendas de la firma. Lo rechazó y, finalmente, aceptó el puesto Saint Lauren, pero él fue el primer elegido. Aunque no lo asumiese, su importancia queda patente cuando se analiza que una casa de esa magnitud pensase en él para continuar con la historia de su firma.

No hay más que revisar su historia para hacer una valoración de las maravillas que ha hecho, con homenajes en países como Estados Unidos, Francia, Méjico, al lado de diseñadores como Valentino o un Pierre Cardin... Abrió su primera boutique en Barcelona y renunció a ir a París. Pero para mí el mayor reconocimiento es que haya clientes que creen en ti. Y él los ha mantenido a lo largo de los años. No ha parado de trabajar, de abrir tiendas, de hacer una gran línea de su firma. Es una perdida inevitable, es la pérdida de un hombre que ha hecho de su vida una auténtica obra de arte.