Manuel O. L. abandonó ayer momentáneamente la cárcel de Zuera para ser juzgado en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza por un episodio de violencia machista que, presuntamente, protagonizó cinco días antes de intentar quemar a su expareja y los hijos de esta al prender fuego el piso en el que vivían en el barrio de La Paz. Circunstancia esta última por la que permanece privado provisionalmente de libertad.

Este hombre de 37 años se enfrenta a nueve meses de prisión como autor de un delito de lesiones que solicitan tanto la Fiscalía como el abogado de la víctima, Joaquín Enciso, quienes basan su acusación no solo en la versión de la denunciante, sino también de los testigos, ya que los hechos que se enjuiciaron tuvieron lugar en un bar y en el supermercado en el trabaja la mujer -del que Manuel O. L. tiene una orden de alejamiento por cometer robos en el mismo-.

A pesar de todo ello, Manuel O. L. aseguró que no le dio ningún cabezado a su expareja sentimental y que tampoco la insultó. Es más, aseveró que fue él quien le dijo a ella que dejara de acosarle, llegando a recordarle en su descargo que no es el primer episodio violento que rodea a esta mujer. Y es que el pasado 23 de agosto, en el hospital Infantil en el que permanecían ingresados los dos hijos de esta mujer, tuvo lugar una pelea entre la actual pareja y el padre de los dos menores. Este hombre -que tuvo una orden de alejamiento en su día- se trasladó a Zaragoza desde Málaga al entender que su exnovia le estaba incriminando en el incendio, sin saber que se refería a una pareja posterior.

Como consecuencia de la discusión, la actual pareja le abrió la cabeza al exnovio. Hechos por los que fue detenido y puesto en libertad, tras declarar asistido por el abogado Alberto Peiró.