Yulia N., la mujer de 41 años detenida en 2018 por, supuestamente, acosar y abusar sexualmente de un zaragozano de 61 años, tenía que haber sido juzgada ayer por estos hechos, si bien decidió no presentarse ante el Juzgado de lo Penal número 9 de la capital aragonesa.

Una incomparecencia que estuvo a punto de costarle una orden judicial de busca y captura internacional para evitar una nueva ausencia, si bien la jueza no la firmó después de que el denunciante modificara su acusación inicial en la que solicitaba tres años de prisión. Este hombre se adhirió a la petición de la Fiscalía de un año de cárcel por un delito de acoso y el pago de 5.760 euros por un delito continuado por abusos sexuales. Su abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, mantiene la petición de absolución.

Los hechos por los que Yulia N. está acusada tuvieron lugar en la calle Emilio Moreno Alcañiz, en el zaragozano barrio de Delicias. Un viandante dio el alto a una patrulla de la Policía Local para alertarles que había visto a una mujer acosando a un hombre unos metros más adelante.

Rápidamente se desplazaron hasta dicho lugar y vieron a una joven encima de un hombre, al que abrazaba, besaba y no le dejaba avanzar. Tras separarlos y comprobar que no eran pareja sentimental, los agentes decidieron arrestarla. Me empezó a besar y a tocarme los genitales», señaló el hombre a unos policías que refirieron en su atestado que «lleva toda la cabeza llena de carmín».

No era el primer encontronazo entre ambos, ya que el mes anterior de septiembre este hombre se la encontró junto al coche, en el interior del garaje, y le realizó varios tocamientos, mientras le pedía mantener relaciones sexuales. Por estos hechos, un juez le impuso una orden de alejamiento. El hombre de 61 años manifestó a los agentes que ella «no ha aceptado el fin de la relación, que no deja de acosarle desde entonces».