POR

ADRIANA OLIVEROS

Buen corte, para dar prestancia a la tarde, y mejor pespunte, con vino de honor y cóctel para la afición. De todo tuvo el acto de homenaje y entrega de diplomas artesanos que organizó ayer la Federación de Industrias Textiles y de la Confección (FITCA) en Zaragoza. Cita que presidió el consejero de Industria, Arturo Aliaga, que siempre presume de ser buen conocedor del sector. Y reunió al director general de Comercio, Juan Carlos Trillo, a los presis de los gremios de sastres, Pedro Pérez Muñoz, y artesanos, Pilar Solanas, y al vice y el secretario general de la federación, que son Juan Antonio Díez y Bartolomé Arranz. Ahí estaban todos, dispuestos, en primer lugar, a rendir homenaje a los dos expresidentes de los sastres, Jesús Pedraza y Plácido Escolano. Pero también, a entregar oficialmente (que su trabajo les ha costado) los diplomas de calificación artesanal a Raimundo Entrena, Luis Lansac, Alberto Gonzaga, Jesús Gazo, Francisco Borque, Miguel Angel Vila, José Antonio Rodríguez, Romualdo Ferruz, María Luisa Vintaned, Fernando Marco, José Peña Gonzalvo, Angel y Antonio Embid Bailo, Enrique Abril Gascón, María José Mora, Antonio García Moreno y Carlos Antonio Beltrán Trincado. Y, como si la lista fuera corta, los reconocimientos se extendieron a decenas de sastres jubilados, desde José Ballarín a Carlos Gonzaga, pasando por Julio Lasaosa, Miguel Angel Cerdán, Fernando Gimeno, Antonio Pedraza, Aurelio Bello, Constantino Arralde, Javier Yáñez, Alejandro Pardilloe... Muchos a los que su patrona Santa Lucía ha conservado la vista y el buen hacer durante toda una vida de aguja y dedal. Con algún pinchazo, dicen. Con ilusiones, muchas más.