El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón busca a un tercer implicado en el asesinato de Sami Hamidi, el joven argelino de 20 años que murió en la madrugada del pasado domingo en la calle Princesa, en el centro de la capital aragonesa.

El menor al que estarían buscando, según la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, estaría implicado en este crimen como cooperador de F. G., de nacionalidad española y de 17 años, que esgrimió un machete y que perforó la femoral. Murió por un shock hemorrágico en el hospital Clínico Lozano Blesa de la capital aragonesa.

No es el único que habría dado cobertura al sospechoso, alias Kiko,-que permanecerá en un centro de menores como medida cautelar por tiempo de seis meses-, ya que la Policía detuvo ayer a otro menor, A. H. B., de origen marroquí, por, supuestamente, cooperar con él.

Según su testimonio, no vio nada. A preguntas de la Policía, respondió que no era cierto que él apartara a otras personas para que el presunto autor del crimen pudiera agredir a Sami. De hecho, aseguró que no vio que este sacara un cuchillo machete que todavía sigue siendo buscado por las fuerzas de seguridad como arma del crimen. En este sentido, el supuesto cooperador mantuvo que cuando ocurrió la agresión había en ese punto concreto unas 30 personas.

El interrogado sí reconoció que conoce a Kiko hace mucho tiempo, si bien no existe mucha relación entre ellos, lo que no excluye que salgan de vez en cuando juntos. Manifestó que no sabía que hubiera una rencilla entre Sami y su agresor, en el sentido de que este, el pasado verano, recibió un golpe con un cinturón en las piernas cuando hablaba con la novia del fallecido y que fue propinado por la víctima. El supuesto autor del crimen, de 17 años, fue detenido en Huesca días después del suceso, tratando de ocultarse con la colaboración de amigos, una pista que los investigadores también siguen.

Homicidios creen que F. G. y sus acompañantes se acercaron a Sami cuando estaba con varios amigos y su novia en la calle Dato, a las puertas de la discoteca Trópico. Intercambiaron unas palabras, y le apuñaló con un machete que no ha sido hallado.