El hospital San Jorge de Huesca dispondrá de unos laboratorios con equipamiento de última generación tras unas obras que empezarán de forma inminente. Antes de ello se va a proceder al traslado provisional de varios servicios, como el de extracciones, que desde el próximo lunes se prestará en la planta baja del edificio de administración.

Las instalaciones actuales sufrirán una reforma intensa, tras una inversión de más de 8,7 millones de euros, y la obra en el laboratorio propiamente dicha está prevista que se termine en diciembre, según informó ayer el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón.

Este nuevo espacio incluirá una cadena analítica para el tratamiento automatizado de las muestras. Además, entre la adecuación de la zona se prevé adaptarla a las nuevas necesidades técnicas y laborales de los profesionales con la instalación de la última tecnología analítica. Se intervendrá sobre los 1.000 metros cuadrados de superficie que ocupan las instalaciones.

Además de trasladar la zona de extracciones, se creará un nuevo espacio provisional para el laboratorio de Bioquímica. Por su parte, los equipos destinados a la analítica urgente, de hematología y el banco de sangre se moverán a un espacio en la 4ª planta, que se está habilitando.

Para llevar a cabo esta actuación, el sector sanitario Huesca realizó un concurso público conjunto para sus dos hospitales (San Jorge y el de Jaca), que asciende a 8.7 millones de euros. Este se hizo para la adquisición a mejor precio del material necesario para la realización de las técnicas analíticas automáticas de bioquímica clínica y hematología, así como para la adecuación de los espacios de ambos hospitales.

En el caso de Jaca, su hospital desde el pasado 1 de abril cuenta ya con un nuevo laboratorio propio de análisis clínicos, hematología y transfusión sanguínea. Para su puesta en marcha, además del equipamiento tecnológico también se ha contratado a tres técnicos especialistas de laboratorio y un facultativo especialista en Análisis Clínicos.

Anteriormente, las pruebas analíticas realizadas en el hospital de Jaca se desarrollaban por un laboratorio privado ubicado en las instalaciones del propio centro.