El hospital Militar de Zaragoza ha cerrado temporalmente su unidad de Psiquiatría para remodelar y modernizar sus 16 habitaciones, que carecían hasta ahora de las medidas de seguridad adecuadas para los pacientes. Las obras, que suponen "una fuerte inversión" --la cuantía no ha trascendido--, comenzaron hace ya dos meses y están "a punto de terminar".

Según explicaron fuentes militares a EL PERIODICO DE ARAGON, la decisión ha venido motivada, entre otras razones, por los casos de suicidio registrados en los últimos meses en los cuartos de algunos enfermos. "Había enchufes, espejos en los baños, persianas, cortinas... Todos esos materiales estaban al alcance del enfermo. El peligro de que un paciente se quitara la vida era muy alto. Por eso, se están adaptando las habitaciones, para evitar que se repitan trágicos sucesos".

De hecho, el pasado mes de enero un agente de la Guardia Civil de 42 años se ahorcó con la cinta de la persiana de su cuarto --el más alejado de la sala de control--, días después de que se arrojara por la ventana de un segundo piso y sufriera varias fracturas en las piernas. El hombre fue ingresado en el centro por orden judicial tras protagonizar un tiroteo en el cuartel de Viana (Navarra). El arrebato se produjo al ser amonestado por un superior.

Y hace un año, un capitán del Ejército de Tierra empleó el mismo método para quitarse la vida. En ambos casos, los fallecidos padecían depresiones. De ahí que, entre otras medidas se hayan cambiado las ventanas de las habitaciones, cuyo número no variará con las reformas.

De todos los pacientes que actualmente tiene la unidad psiquiátrica, sólo los más graves --entre tres y cuatro personas-- han sido trasladados al Centro Neuropsiquiátrico del Carmen, ubicado en el barrio rural de Garrapinillos, hasta que concluyan los trabajos de remodelación. Los demás permanecen ingresados en otras plantas del hospital, donde continúa abierta la consulta del especialista.

Las fuentes castrenses consultadas señalaron que el Ministerio de Defensa deberá abonar los gastos que suponen los ingresos de los pacientes en el centro de Garrapinillos. Fuentes sanitarias indicaron que la cuantía de la estancia de cada enfermo ronda los 1.500 euros al mes.