La hostelería aragonesa se prepara para suspender su actividad progresivamente en los próximos días como consecuencia de la crisis del coronavirus. Los cierres han empezado a producirse y se generalizarán, bien debido a la caída abrupta de la demanda o por decisión de las empresas y los trabajadores. Otra posibilidad es que el Gobierno de Aragón decrete la clausura de la actividad, algo que el sector vería como un «alivio» porque aportaría certidumbre para afrontar la dificil situación a la que se enfrentan sus negocios. Para paliar los efectos de este trance, los empresarios urge a la DGA medidas laborales y fiscales y advierte que están en juego 40.000 puestos de trabajo en la comunidad.

«Hasta hace una semana operábamos con absoluta normalidad y en las últimas 24 y 48 horas se ha caído todas las reservas de golpe», afirmó el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón (CEHTA), Luis Vaquer, en la rueda de prensa ofrecida en la capital aragonesa junto a Antonio Presencia, de la Asociación de Hoteles de Zaragoza, Juan Ciércoles, de la Asociación de Empresarios Turísticos de Teruel, y el cocinero Carmelo Bosque, de la Asociación Provincial de Hostelería de Huesca.

El sector vislumbra que el cierre de sus negocios va a irremediable ante la «cascada de los acontecimientos y el ejemplo de Italia», señaló Vaquer, quien remarcó que esta actividad va a ser una de las más perjudicadas por la crisis del coronavirus junto al comercio. Bosque dio «por perdida» la campaña de Semana Santa, al menos en la provincia de Huesca, mientras que Presencio cifró el nivel de ocupación en los hoteles de Zaragoza entre el 15% y el 20% tras desplomarse las reservas. «A esta paso vamos a ir a cero», apostilló.

LLEGADA DE TURISTAS DE ZONAS DE ALTO CONTAGIO

Ciércoles aseguró que hay hoteles del Maestrazgo y el Matarraña que han tomeado la deción de cerrar para evitar la llegada de turistas provenientes de zonas de alto contagio, como Madrid o País Vasco, y generen nuevos focos en zonas con servicios sanitarios limitados. En este sentido, los empresarios lamentaron que un importante número de personas procedentes de estos lugares están ocupando las segundas residencias que tienen en el Pirineo, principalmente en la Jacetanía, lo que tacharon de «irresponsabilidad».

«Estamos a la orden de lo que dicten las autoridades sanitarias», afirmó Vaquer, quien destacó que los establecimientos que permanecen abiertos han extremado las medidas de higiene y limpieza en base al protocolo de buenas prácticas fijado por la patronal nacional del sector.

La confederación empresarial ha solicitado una reunión urgente tanto con el Departamentos de Sanidad, para tener una «comunicación directa e inmediata» sobre posibles casos en el mundo de la hostelería, como con el de Economía y Empleo, de cara a «agilizar» los expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que las empresas van a tener que presentar. «Lo que queremos es tener una claridad en los motivos y el estado de alerta para lograr la viabilidad de nuestras empresas», afirmó.

UN SECTOR CON 40.000 EMPLEOS

Lo que preocupa al sector ante este «problema sobrevenido e inmediato», recalcó, es que no se conoce cuando finalizará este periodo de excepción para sus negocios. «Si supiéramos que se soluciona en dos o tres semanas, tomaríamos ya nuestras medidas. Lo peor es la incertidumbre», agregó.

La patronal de la hostelería y el turismo quiere «alertar de la gravedad» de la situación con el «único objetivo de que cuando esto termine, los 40.000 trabajadores puedan volver a sus empresas».