La vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, se ha reunido hoy (vía telemática), con los representantes de Horeca, la Asociación Profesional de Empresarios de Hoteles y Restaurantes de Zaragoza, y Cafés y Bares para conocer sus demandas y peticiones de cara a conseguir paliar (si es que acaso se puede) los efectos de la ya rampante crisis económica causada por la crisis del coronavirus.

Los hosteleros, que llevan dos semanas ya con la persiana bajada (es decir, con cero ingresos), han solicitado facilidades en materia tributaria mientras dure el Estado de Alarma. El principal objetivo de los empresarios ahora es retener liquidez para poder hacer frente a los gastos fijos que siguen derivándose de sus negocios (alquileres, impuestos, etc) y asegurarse de tener cierta solidez para cuando todo haya amainado.

Concretamente, los hosteleros han pedido a la vicealcaldesa la suspensión temporal de la recaudación del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) y de otras tasas que dependen del ayuntamiento como son la de veladores, la de agua, la de basuras y la de reserva de espacio ante hoteles. Asimismo, y de forma complementaria, Horeca y la asociación de Cafés y Bares han exigido bonificaciones complementarias para estos mismos tributos desde el día en el que puedan reabrir los negocios hasta el final del año, para así facilitar y agilizar la recuperación económica del sector.

Fernández, por su parte, les ha mostrado a todos su compromiso y les ha garantizado que estudiarán todas estas peticiones, que ya ha derivado a las áreas correspondientes (Hacienda y Servicios Públicos). Eso sí, la vicealcaldesa ha recordado que en materia impositiva dependen también del Gobierno central. El IBI, por ejemplo, cuyo pago se ha retrasado, no puede anularse porque así lo establece uno de los reales decretos lanzados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Sí que ha anunciado la vicealcaldesa que, desde el Patronato de Turismo, se va a comenzar a trabajar desde ya en dos campañas publicitarias para tratar que la ciudadanía se sensibilice con el sector y no se olvide de que están siendo uno de los grandes afectados en esta crisis. Solo en la provincia de Zaragoza, la hostelería emplea a 27.000 personas.

“Lo primero que hará la gente cuando acabe el confinamiento es bajarse al bar a tomarse el café o la caña, pero la recuperación va a ser paulatina”, explica la vicealcaldesa. Es decir, que se ha de tener en cuenta que cuando acabe el estado de alarma lo previsible es que siga habiendo medidas en vigor que limiten la actividad o el aforo de los locales públicos para evitar una “recaída”. Los hosteleros también han pedido al Gobierno municipal ayudas para el pago de los alquileres destinados a usos de ocio y hostelería.

Fernández ha explicado que ya están trabajando desde el ayuntamiento para cuando todo vuelva a la normalidad. “Sabemos que será un verano diferente y puede que la ciudad esté más llena que en otros periodos vacacionales anteriores. Por ello vamos a generar actividades culturales y de otro tipo que inviten a la gente a salir a la calle y se reactive así el consumo”, ha dicho la vicealcaldesa.

Además, ha asegurado que están trabajando para evitar la cancelación de eventos y congresos que iban a tener lugar en Zaragoza para que, en vez de suprimidos, sean aplazados. A pesar de ello, el consistorio ya tiene constancia de que por lo menos son tres las ferias que se iban a celebrar en la capital aragonesa y que se han suspendido sin fecha de reemplazo. Estos son el XXV Congreso de Responsabilidad Civil y Seguros (26-27 de marzo); la XVIII reunión nacional de Coordinadores de Trasplantes y Profesionales de la Comunicación (12 y 13 de marzo); y unas jornadas sobre estudiantes, mujeres en el mundo de la ingeniería y profesionales jóvenes (también el 12 y 13 de marzo).